Importancia de Don Bosco



Entrar en la vida de un santo es contemplar las maravillas de Dios en su alma. El santo es santo porque participa de la Vida íntima de Dios. La santidad, eco del Paraíso, es reflejo de Dios en un alma. Se ha dicho que don Bosco fue:

Modelo de varón. La palabra varón viene de vir (fuerza) y es la raíz de la palabra virilidadvirtud. Don Bosco posee un valor educativo; es  vigoroso y fuerte en el Señor y constituye un ideal de persona, un arquetipo, alguien digno de imitar.

Modelo de heroicidad. Vivió en momentos difíciles, en tiempo en que existían “malvadas maquinaciones dirigidas a derrocar totalmente al cristianismo y rebajar con injurias las autoridad del Romano Pontífice” (Pío XI: Quinquagesimo ante anno, 1929). Don Bosco se preparó como un buen soldado para defender la honra de Dios y la salvación de las almas y supo vencer las distintas artimañas del enemigo.

Una vida entregada a Dios. “De jovencito solía reunir a sus compañeros para orar en común y enseñarle elementos de la doctrina cristiana (…) y cuando recibió las sagradas órdenes dedicó todos sus pensamientos y desvelos a la salvación de la juventud que más expuesta estaba a los engaños de los hombres malvados; a apartar de los peligros a los jóvenes que acudían a él y a formarlos según los preceptos de a ley evangélica y la integridad de las costumbres” (Pío XI: Quinquagesimo ante anno, 1929).

Un santo que armonizó y subordinó la acción a la contemplación, pues sabía que la enseñanza y la predicación son fruto de la divina contemplación.

Un santo vigente“Está vivo Don Bosco. Admirable síntesis de aptitudes y virtudes humanas y dones sobrenaturales, genio universalmente reconocido de la pedagogía moderna y de la catequesis, pero más aún, genio de la santidad, que es la nota característica de la Iglesia, Santa y Santificadora”. (Pablo VI: Audiencia General)


El 6 de julio de 1841, día en que celebró su primera Misa, Don Bosco escribió en un cuadernito que conservará toda su vida, las normas a que se va a ajustar:

“El sacerdote no va solo al cielo o al infierno. Al cielo va con las almas que ha salvado con su ejemplo; al infierno con las que se han condenado con su escándalo. Por eso me empeñaré en observar las siguientes resoluciones:
o   No salir de paseo sino por grave necesidad, como visitar enfermos, etc.
o   Ocupar rigurosamente bien el tiempo
o   Padecer, trabajar, humillarme en todo y siempre, cuando se trate de salvar almas.
o   La caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me servirán de guía en todo.
o   Me manifestaré siempre satisfecho de los alimentos que me ofrezcan, no siendo cosa nociva a la salud.
o   Beberé vino aguado, y solo como remedio, es decir, cuando y en la cantidad que o requiera la salud.
o   El trabajo es una arma poderosa contra los enemigos del alma, por lo cual no daré al cuerpo más de cinco horas de sueño cada anoche. Entre día, especialmente después de almorzar, no tomaré ningún descanso, excepto en caso de enfermedad.
o   Cada día emplearé algún tiempo en la meditación y en la lectura espiritual. Durante el día haré alguna visita, por lo menos una breve oración, al Santísimo Sacramento. Haré por lo menos un cuarto de hora de preparación para la Santa misa y otro de Acción de Gracias.
o   No conversaré nunca con mujeres, fuera del caso de confesión o de alguna otra necesidad espiritual”.



En su aparente sencillez, este programa encerraba lo que la Iglesia denomina la virtud heroica, y debía cumplirse además de las obligaciones del sacerdote, el Breviario, la Misa, y los otros deberes del santo ministerio: confesión predicación, enseñanza, apostolado.