Por el P. Eduardo M. Volpacchio, sacerdote argentino
Con monótona repetición se oye hablar de
las riquezas del Vaticano, como si esos supuestos tesoros -de los que nadie
dice en qué consisten- le quitaran confiabilidad a la Iglesia. Los tesoros
vaticanos… ¿Por qué la Iglesia tiene tantos tesoros en el Vaticano mientras hay
tantos pobres en el mundo?
Esta sencilla frase hace sufrir a muchos
católicos. Se sienten mal al escucharla y no saben qué pensar, contestar,
explicar… ellos mismos se quedan un poco confundidos. Analicemos un poco el
asunto. Lo primero es acotar el problema, cosa no fácil. ¿Qué es lo que se
quiere decir con esa frase?
El
cuestionamiento
Con el asunto de las riquezas de la
Iglesia, no es claro qué es lo que se cuestiona o critica. Lo primero que se
observa al analizar la cuestión es la falta de datos y acusaciones concretas.
Estamos frente a un cuestionamiento difuso, nada claro, sin datos. Porque nunca
es claro a qué riquezas se refiere, qué es lo malo de esas riquezas
hipotéticas, quiénes son los culpables (porque los pobres también son parte de
la Iglesia), y exactamente cuál es la culpa, qué es lo que se espera que la
Iglesia debería hacer, etc.
A simple vista lo primero que se intuye
es que se trataría de una acusación a la Iglesia de insensibilidad ante el
problema de la pobreza: ¿cómo es posible que la Iglesia viva con tantas
riquezas cuando hay tantos pobres en el mundo? Esta acusación se presentaría
como hecho que desacreditaría a la Iglesia en cuanto tal: es decir, una
institución que vive semejante hipocresía (decir que ama a los pobres, mientras
está llena de riquezas que no pone al servicio de los mismo) no sería digna de
ser tomada, en cuenta ni creída, ni aceptada. Esta sería una de las mayores
vergüenzas de la Iglesia, ante la cual no habría defensa ni explicación
posible.
¿De
qué riquezas estamos hablando?
Si se da por supuesto que en el Vaticano
hay grandes tesoros que se diga ¿qué tipo de tesoros? ¿Joyas, cuentas
bancarias…? ¿Dónde están? ¿Cuánto es su valor? Pero uno comienza a preguntarse,
¿acaso alguien considera a la Iglesia como una institución millonaria?¿Tiene la
Iglesia fines de lucro? ¿Da dividendos…? ¿Cotiza en bolsa?
La acusación, de entrada, sugiere cosas
falsas: la vida lujosa del Papa, obispos, curas, monjas, etc., que serían
quienes usufructuarían de esos tesoros. Afán de lucro escondido bajo la excusa
de la religión… Además estimula imaginaciones frondosas: al hablar de
"tesoros" uno imagina cuartos llenos de lingotes de oro, cofres
llenos de joyas, películas de piratas…
Pero en la realidad, ¿a qué
"riquezas" se refieren? Basta que mires las pertenencias de la
Iglesia que están a tu alcance -tu parroquia, tu catedral…- para no encontrar
cosas lujosas por ningún lado.
Los "tesoros" -como los
llaman- son un tesoro cultural, espiritual, histórico, pues se trata de
iglesias, imágenes, cuadros, frescos, cálices, ornamentos. Esos
"tesoros" no tiene ningún valor comercial, ni financiero. Están
dedicados al culto divino en iglesias o expuestos en Museos que conservan el
patrimonio cultural de dos mil años de cristianismo.
¿Y
si rematamos todo? ¿Una solución al problema de la pobreza?
Antes de entrar en el problema de fondo
y demostrar que estamos frente a un debate artificial y sin sentido…
detengámonos a considerar el tema desde el mero punto de vista utilitario: lo
inútil de una supuesta venta del Vaticano.
Porque el anónimo acusador insinúa que
la Iglesia debería deshacerse de todo para el bien de los pobres… y de los
millonarios que participarían del remate… Bueno, hagamos números. ¿Cuánto
representa en plata todo lo contenido en el Vaticano?¿cien millones de dólares?
¿Mil? ¿Diez mil?… ¿Qué es eso para el problema del hambre o del subdesarrollo?
¿Alguien de buena fe puede pensar que sería una solución real para los
problemas de los pobres? Si se vendiera todo… ¿a cuántos ayudaría durante un
día? ¿Serviría para algo? ¿No sería más bien un empobrecimiento inútil de la
Iglesia… (lo que en realidad estarían deseando los acusadores… aunque se
contentan con sembrar desprestigio con argumentos sentimentales y vacíos de
valor racional)?
En realidad, desde el punto de vista
económico, el sólo hecho de plantear el problema de las riquezas del Vaticano
es algo prehistórico, ya que hoy en día la riqueza no está dada por la
propiedad de algunos terrenos o piezas de museo sino por marcas (¿cuánto valen
los logos de Mc Donald, Shell, Coca o Telefonica?), acciones en Bolsa, etc. Y
de este género de riqueza -la que es real riqueza hoy- la Iglesia no tiene nada
(ni siquiera tiene la Biblia patentada…).
Cualquier Estado del mundo con un
pequeño porcentaje de su presupuesto anual podría posiblemente aportar mucho
más que la venta total de todo el Vaticano, territorio incluido.
Además, el problema de la pobreza no se
arregla con una donación: es un problema de desarrollo y requiere un flujo
permanente de recursos. Por ejemplo, ¿de qué serviría la donación de un
hospital a un país que no contara con recursos para mantenerlo, pagar sueldos,
comprar medicinas…? Hacer funcionar un hospital es más caro que el hospital
mismo… La deuda externa argentina ha llegado a los 250 mil millones… Si se
tratara de vender todo lo que existe en Argentina para pagarla… no alcanzaría…
Esto muestra que nadie puede seriamente proponer que vendiendo cuatro imágenes,
tres iglesias y unos cuadros… se podría arreglar algún problema de pobreza.
Es como proponer que le vendamos a los
ingleses las Malvinas a cambio de una disminución de la deuda externa… No creo
que los mexicanos sientan mucha felicidad cuando piensan que vendieron Texas a
los Estado Unidos… Desprenderse de la tierra que contiene la propia historia y
valores artísticos y culturales… no es un gran negocio para nadie. La pérdida
del patrimonio cultural conduce a la pérdida de la propia identidad.
El
patrimonio de los pobres …
Además, contrariamente a lo que la
acusación sugiere, las supuestas riquezas de la Iglesia son patrimonio de los
pobres, que lo sienten como suyo, porque realmente lo son.
Un botón de muestra. Cuando Juan Pablo
II hizo su primer viaje a Brasil, después de una ceremonia salió del protocolo,
se metió en medio de una favela y visitó una familia. Conmovido, les dejó de
regalo su anillo de Papa. ¿Pensás que
fueron tan tontos como para venderlo por su peso en oro? Es su tesoro, lo
conservan en la capillita de la favela. Los pobres son pobres, pero no tontos…
¿Y qué pobre argentino no se siente
orgulloso de la basílica de Luján? ¿Acaso preferiría vendérsela a los
musulmanes para que la transformen en una mezquita y que el fruto de la venta
se reparta entre los pobres argentinos a los que tocaría quizá menos de un peso
a cada uno…? ¿Pensás que sería un buen negocio para los pobres?
Nunca he escuchado a un pobre quejarse
de supuesta riqueza de su parroquia o capilla… en cambio los he visto trabajar
y sacrificarse duramente para mejorarla. Son los que con más orgullo muestran
sus "tesoros".
Además, la experiencia también enseña…
En los ´60 y ´70 hubo algunos sacerdotes que, quizá víctimas de esta acusación,
vendieron imágenes, cálices, custodias… ¿Qué pasó con el fruto de su venta? Lo
único claro es que no existe más… ¿Alguien puede pensar que esos cálices están
mejor en vitrinas de las casas de los ricos que en un altar de cualquier
iglesia?
¿Por qué la Iglesia tiene bienes?
Yendo al fondo de la cuestión. ¿Cuál es
el problema de los supuestos tesoros vaticanos? ¿Es malo que la Iglesia tenga
bienes? ¿Qué conserve obras de arte? ¿De dónde los saca? ¿A quién perjudica el
tenerlos? ¿Es acaso contrario a la enseñanza de Cristo?
En realidad no existe ningún problema.
Basta recordar el elogio de Jesús a María por haber derramado un perfume
carísimo sobre sus pies y a la viuda que puso todo lo que tenía como limosna al
templo. Es más, es lógico que necesite bienes materiales. Como no está
compuesta sólo por ángeles, para enseñar a la gente el camino al cielo necesita
edificios, bibliotecas, computadoras, autos… Para dar culto a Dios necesita
templos, altares… Para ayudar a la piedad necesita imágenes, libros… Para
enseñar a la gente necesita escuelas, universidades… No parece que en estos dos
mil años la Iglesia se haya dedicado a acumular dinero: esos
"tesoros" acumulados en dos mil años de donaciones… son objetos de
culto, etc. Normalmente quienes han cuidado de esos bienes han sido personas
que vivieron voluntariamente la pobreza, que dejaron todo por seguir a Cristo,
que no han tenido nada de patrimonio personal.
¿Qué bienes tiene la Iglesia? Los que
juzga necesarios para el cumplimiento de su misión, que es de orden
exclusivamente espiritual.
Si lees la Sagrada Escritura descubrirás
que la magnificencia del culto divino es un mandato que la Iglesia ha recibido
de Dios. Tratando de dar a Dios cosas buenas… está siendo fiel a lo que su
Señor le ha pedido. La tan vapuleada riqueza está compuesta por cosas que no se
guardan con avaricia, sino que se usan en el ejercicio de la misión de la
Iglesia. Por ejemplo, anualmente por la basílica de San Pedro pasan cuatro
millones de peregrinos…, se celebran veinte mil misas, hay ochenta ceremonias
solemnes… de las que unas treinta son presididas por el Santo Padre… O sea que
tiene un uso bastante más intenso que la cancha de River… ¿Te parecería
razonable vender la Piedad de Miguel Angel y poner en su reemplazo una copia de
plástico inflable para que la gente le rece?
La Basílica de San Pedro tiene 500 años…
lo que mostraría que está bastante amortizada… que fue una idea genial hacerla
con buenos materiales que la hacen tan barata a largo plazo…
Por otro lado, la acusación parece
sugerir una conexión entre las "riquezas" y la pobreza de los pobres.
Pero, no hay relación alguna entre la belleza de la Basílica de San Pedro y la
pobreza de una villa de Buenos Aires… Creo que es suficientemente claro que la
primera no es la causa de la segunda. Por tanto no veo porqué conectar ambas
cosas. Carece de sentido hacerlo. El problema es inventado, no es real.
Si se fuera coherente con el planteo,
¿porqué no poner también en tela de juicio al Islam y las mezquitas; el
judaísmo y las sinagogas… y hasta el edificio del congreso, la casa rosada,
todos los museos, los Mc Donalds, shopping centers, el parque de la costa, los
boliches… en fin, con todo lo que no sea un rancho miserable?… Y comenzando por
tu propia casa: ¿cómo podés vivir ahí mientras haya gente que se muere de
hambre? Este cuestionamiento carece de sentido. ¿Porqué podría estar mal que la
Iglesia tenga templos lindos? ¿Qué aportaría a la bondad de la Iglesia la
fealdad?
¿Es necesaria la belleza?
Como los "tesoros" de los que
se habla son básicamente artísticos y forman parte del patrimonio histórico de
la Iglesia, parece necesario plantearse si la belleza es buena o mala, si tiene
alguna función en la vida humana.
Definitivamente, la belleza mueve al
espíritu. Eleva del materialismo… Hace un gran bien al alma. Rezar frente a una
imagen linda inspira, eleva el alma. Como criaturas espirituales, el arte es
una de las manifestaciones más altas del espíritu humano. Nos eleva y
dignifica.
La historia es parte de nuestro ser: a
través de la obra de quienes no precedieron -su arte, trabajo, etc.- entramos
de alguna manera en comunión con ellos. Necesitamos permanecer unidos a
nuestras raíces, a nuestros antepasados en la fe… y el cuidado de lo que nos
legaron cumple una misión muy importante al respecto.
Los museos vaticanos muestran que la
Iglesia siempre ha fomentado la cultura y todas las manifestaciones del
espíritu humano, llegando a ser en ciertos casos la mejor protectora del arte,
la ciencia y la cultura. La historia humana le debe mucho al respecto, ya que
ha protegido el patrimonio cultural de las ochenta generaciones que nos separan
de la época de Cristo.
¿Y en cuanto a la legitimidad de esas
propiedades?
Parece al menos curiosa la pretensión de
disponer de bienes ajenos. Es decir, ¿quién es el que critica y ataca para
decidir qué debería hacer la Iglesia con sus bienes (bienes que evidentemente
no pertenecen al acusador)? Porque en el fondo, los bienes que causan tanto
escándalo son una propiedad legítima de una institución con dos mil años de historia.
No han sido robados ni saqueados, como por otro lado sí lo han sido muchos de
los tesoros históricos, artísticos y culturales de los más grandes museos del
Mundo como el Louvre, el Británico… (por cualquier duda preguntemos a los
franceses por los "regalitos" que Napoleón les llevó de Egipto o los
"recuerdos" que los ingleses se llevaron del Partenón…). En este
caso, han sido fruto de donaciones explícitamente hecha para ese fin: gente que
ha donado sus propios bienes para que fueran usados para el culto divino, la
educación, la formación del pueblo fiel, el Santo Padre, etc. Es decir, su
legitimidad está fuera de toda duda.
Pero,
al final, la Iglesia, ¿hace algo por los pobres?
Lo más curioso e insostenible de la
acusación, es la insinuación de inacción frente al problema de la pobreza.
Te desafío a buscar una institución que
haya aportado tanto bien al mundo y a los pobres como la Iglesia Católica. Si
bien su fin es espiritual -la salvación de las almas-, ninguna institución con
fines temporales podría haber representado tanto bien desde el mero punto de
vista humano.
No te olvides de quién
"inventó" los hospitales y universidades. Quién promovió la educación
a través de los siglos. Quién luchó contra la esclavitud. Quién se ha dedicado
a atender a los minusválidos, a los huérfanos, inmigrantes, moribundos,
leprosos, chicos de la calle… Quién atiende la mitad de los enfermos de SIDA
que hay en el mundo… Una visita al Pequeño Cotolengo Don Orione no te vendría
mal. O a algún comedor infantil de alguna villa, o a algún hogar de la Madre
Teresa, o cualquier local de Caritas parroquial, o … En nuestro país, a la hora
de catástrofe naturales, la única institución fiable para repartir ayudas es
Caritas… la gente no confía en nadie más.
Algunos datos. Veamos la contabilidad
del objeto del ataque de las riquezas del Vaticano. El presupuesto anual de la
Santa Sede es de 145 millones de dólares. A esto se debe añadir el Óbolo de San
Pedro: 60 millones que se destina enteramente a obras de caridad y ayuda a necesitados.
Es decir, estamos hablando de una institución que destina el 29,26% de sus
ingresos brutos sólo a obras de caridad… No contemos los millones de dólares
que instituciones católicas (muchas pertenecientes a Conferencias Episcopales)
dan de ayuda al los países pobres: Adveniat, Ayuda a la Iglesia Necesitada,
Manos Unidas, y un largo etc.
Busca una institución que hoy haga más
por los pobres que la Iglesia Católica. ¿No parece una burla esta crítica a la
institución que -por lejos- hace más por los pobres? La lista de las labores
asistenciales de la Iglesia Católica es realmente impresionante: tiene 5.900
hospitales, 16.700 dispensarios, 700 leprosarios, 12.600 hogares de ancianos,
19.500 orfanatos y guarderías, 11.500 centros de orientación familiar, 11.600
centros de educación especial y 44.500 centros asistenciales. Un total de
123.000 instituciones de asistencia en todo el mundo.
En resumen y como conclusión, el
cuestionamiento es ridículo:
ü ¿Hay alguna
relación entre las obras de arte del Vaticano y la pobreza? La respuesta no
admite ninguna duda: ¡NO! No existe una
relación causal: los primeros no son la causa de la segunda.
ü Si el Vaticano
no existiese, la situación de los pobres sería peor, porque desaparecería el
mayor benefactor de los necesitados.
ü La existencia de
bienes artísticos y religiosos, ¿afecta de alguna manera la pobreza? No, en
absoluto.
ü ¿Es ofensivo? En
el sentido que sería una cachetada a la pobreza… No, a los pobres también les
gusta las cosas lindas y gozan con ellas.
ü ¿Es verdad que
la Iglesia tenga grandes tesoros económicos en la actualidad? No.
ü Si se vendiese
todo lo que tenga algún valor, ¿mejoraría la situación de los pobres del mundo?
No afectaría en lo más mínimo la situación económica de los pobres.
ü ¿Es quizá una
muestra de indiferencia ante el problema de la pobreza? En absoluto, ya que el
trabajo de la Iglesia en favor de los pobres está absolutamente fuera de duda.
ü ¿El
mantenimiento de esos bienes no supondrá gastos extraordinarios que podrían
destinarse a la lucha contra el hambre? No, porque se auto-mantiene con el
valor de la entrada a museos. Y contratos como los que facilitaron la
restauración de la Capilla Sixtina sin poner un peso.
ü ¿Se invierten
actualmente grandes sumas de dinero en incrementar esos bienes? No, es el fruto
de dos mil años de cristianismo… Esperemos que nosotros sepamos dejarle a
nuestros descendientes algo de valor y buen gusto.
Me parece que en estas páginas queda
suficientemente demostrado que las supuestas riquezas del Vaticano no
representan ningún problema real ni amenaza para los pobres. Es más, que la tan
mentada crítica no resiste el más elemental análisis racional. Usar a los
pobres para atacar a la Iglesia es, al menos, una broma de mal gusto… hecho por
quienes nunca hicieron nada por los pobres.