El arte de estimular y premiar


En la educación, como en cualquier actividad humana, hay que trabajar no sólo extirpando lo malo sino favoreciendo lo bueno. El método preventivo es el arte de educar en positivo, de estimular en el bien, de prevenir las experiencias negativas, de crecer en virtud en santidad. Pero el método de Don Bosco no es fácil ni cómodo:

“La pedagogía del Sistema Preventivo es la pedagogía de la Gracia (…) Quien no está obsesionado como Don Bosco por la santidad, no puede llegar a practicar su sistema preventivo. Sólo el que está dispuesto a hacerse santo y a perder su vida por salvar a sus hermanos tiene derecho a hablar de Sistema Preventivo” (Juan Pablo II: Juvenum Patris)

El método preventivo, como arte de estimular y premiar implica:

ü  No generar desaliento en el combate del espíritu, sino favorecer el buen discernimiento contra los ataques del demonio.
ü  Aceptar la dignidad de ser cristiano, de ser un Cristo viviente.
ü  Estimular para que se imiten los verdaderos modelos: Jesús, la Virgen, los Santos.

En síntesis: educarse es cristificarse, es imitar al Hijo de Dios en lo interno y en lo externo. Y así como el Hijo de Dios crecía en edad, sabiduría y Gracia, Don Bosco propone una fórmula simple, las tres “S”: que la persona sea Sana, Sabia y Santa.