Asalto Gentil



Aguinaldo 2020-Ficha 2



Para conocer y reflexionar el Aguinaldo 2020
“Buenos cristianos y honrados ciudadanos”
Rector Mayor Don Ángel Fernández

Ficha 2: Buenos cristianos en el mundo de hoy

·        Objetivo: Identificar las principales dimensiones del buen cristiano para el mundo de hoy

·        Motivación: Se invita a los participantes a reflexionar sobre qué significa ser buenos cristianos para el mundo de hoy. Para motivar el encuentro se sugiere realizar una lluvia de ideas con la pregunta: ¿Cómo debería ser un buen cristiano en el mundo de hoy? Se anotan las respuestas en una pizarra o un papelógrafo para retomarlas al final del encuentro.

·        El animador invita a formar seis equipos de trabajo. Cada equipo posee una parte del Aguinaldo 2020 donde el Rector Mayor presenta una dimensión del buen cristiano. El desafío de cada equipo es sintetizar su texto en una frase, y explicar brevemente en un plenario el contenido de éste de manera que  todos los participantes puedan identificar las seis dimensiones del buen cristiano que Don Ángel Fernández propone vivir en la familia salesiana.

o   Equipo 1: Buenos cristianos: viviendo en la Fe en el Señor y con la guía del Espíritu…
“Si volvemos a nuestros orígenes, cuando a finales de diciembre estaba Don Bosco a punto de dar el Aguinaldo para el nuevo año, con mensajes personalizados ofrecidos por él mismo a cada uno de los muchachos y de los primeros salesianos, se percibe cómo el “vivir en la fe” era lo más precioso y a la vez lo más natural que el primer Oratorio tenía para ofrecer a quienes allí vivían, tanto a los muchachos como a sus educadores. Era el espejo de una realidad de vida donde los primeros salesianos, las mamás del Oratorio, los seglares que ayudaban y los jóvenes formaban una verdadera familia, en la misma casa.
Impresiona la cantidad de santos y beatos que habitaron esos ambientes pobres durante la vida de Don Bosco. Era una escuela de santidad recíproca, un crecer juntos en la fe. Si es cierto, por ejemplo, que Don Bosco ayudó a Domingo Savio a crecer en el amor a Dios, no es menos grande la influencia de Savio y de sus compañeros en Don Bosco, en su "formación permanente" como hombre de Dios. "¡La fe se fortalece dándola!". La escuela de la santidad nació del don recíproco de una fe intensamente vivida que continúa alimentando el camino espiritual de la Familia Salesiana en todo el mundo.
"Vivir en fe" es hoy el don más preciado que podemos intercambiar, sea cual sea nuestro estado de vida, edad, vocación e, incluso, religión. En la eclesiología de comunión que nutre y transforma el camino de la Iglesia, y que el papa Francisco tanto nos invita a practicar y fomentar, la identidad de cada grupo y persona se realiza y revela en ser un don para los demás, así como en saber acoger el don de quien es llamado a ser discípulo del Señor en cualquier estado de vida y vocación. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 2: Buenos cristianos: viviendo a la Escucha del Dios que nos habla.
"El mayor regalo que puedes ofrecer a otra persona es una escucha atenta". Esta fue la conclusión a la que llegó un sabio misionero después de muchos años de servicio en la agitada periferia de una gran ciudad.
Escuchar tiene raíces que se extienden hacia arriba. Es el abecé de toda vocación, que siempre es un encuentro entre llamada y respuesta, que se renueva con cada nuevo despertar. La escucha de Dios es un misterio que no puede ser contenido en ninguna práctica o momento. Se realiza "por la obra del Espíritu Santo" y, generalmente, no ocurre por saltos repentinos, sino por la maduración progresiva que se logra a través de largas peregrinaciones, como las muchas de las que nos habla la Escritura y que se contemplan en las vidas de nuestros santos.
Hay una predisposición a la escucha de Dios, tanto más preciosa cuanto más difícil, en la mayoría de los contextos sociales en los que vivimos, marcados por un exceso constante de estímulos mediáticos y por ritmos de actividad cada vez más intensos. La preciosa predisposición es la de "disponernos al silencio".
El silencio es como la gramática a través de la cual se expresa el lenguaje entre Dios y el hombre.
Hay una palabra que, desde siempre, se ha destacado entre todas las demás. Es la palabra a través de la que Él nos habla: la Sagrada Escritura. No se impone. Siempre depende de nuestra escucha, de la sintonía del corazón y de su familiaridad al silencio con Dios. Al escuchar esta palabra, los afectos y los pensamientos comienzan a modelarse en lo que el Evangelio revela cada día. Escuchar a Dios en las personas que nos rodean y en los eventos que nos suceden nos hace más atentos”. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 3: Buenos cristianos con la necesidad de Evangelizar, ofrecer el primer anuncio y la catequesis.
“Echemos un vistazo al mundo juvenil en su conjunto: los rapidísimos cambios que viajan a la velocidad digital crean una diversidad formidable de culturas, de acercamiento a la vida en su conjunto, con una 'brecha' entre generaciones que tal vez nunca haya sido tan profunda en relación con épocas anteriores. ¿No es el mundo de los que han nacido después del año 2000 una tierra aún por evangelizar? Las generaciones de las redes sociales, y mucho más los jóvenes de este milenio nacidos con Internet, están esperando a los que puedan llevarlos por primera vez la luz y la fuerza del Evangelio, en su lenguaje, en sus frecuencias. "¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?" (Is 6,8). Estas antiguas palabras de Isaías no podrían ser más modernas si pensamos en los labios de toda la comunidad eclesial que se dirige a nosotros, la Familia Salesiana, como aquellos que, por carisma, por don del Espíritu, nacieron para ser especialistas en el encuentro con los jóvenes, listos para estar con ellos tal como son y donde están, incluso en la diversidad de credos religiosos. Echarse para atrás en este desafío misionero es como salirse de la Familia Salesiana, del espíritu que Don Bosco nos ha transmitido.
Don Bosco recordaba, a menudo, que todo comenzó con "una simple catequesis". Su historia, inseparable de la de los jóvenes con los que vivió, muestra con indudable claridad que simple no significa, de ninguna manera, superficial.
Cuando se llega a la "experiencia personal del amor de Dios y de Jesucristo vivo", con frecuencia, los jóvenes mismos se convierten en misioneros y evangelizadores de quienes los acompañan, porque piden un testimonio y comparten la vida de una fe auténtica y profunda.
Esta es la genialidad de Don Bosco: sigue siendo accesible para todos y, junto con sus jóvenes, no tiene miedo de aspirar directamente a la santidad; nada menos”. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 4: Buenos cristianos: viviendo una verdadera espiritualidad salesiana
Hablamos de una espiritualidad salesiana, como expresión carismática dentro del ‘gran río’ de la espiritualidad cristiana. Lo sustantivo es la espiritualidad cristiana y lo adjetivo es el concreto estilo carismático.
La espiritualidad salesiana no se entiende sin comprender la experiencia espiritual de Don Bosco. Nuestro padre fue un sacerdote dedicado a la educación y evangelización de los jóvenes, fundador de varios movimientos apostólicos en favor de la juventud, y padre de una familia carismática con una clara y fuerte espiritualidad apostólica.
Por eso, la espiritualidad salesiana tiene su raíz en la experiencia espiritual que vivió Don Bosco, que vivieron los primeros salesianos, las primeras salesianas, los seglares colaboradores y los jóvenes del Oratorio. En esta tradición espiritual vemos un modo particular de entender la vida cristiana; la acción educativa, pastoral y social; la propuesta pedagógica y espiritual que llamamos Sistema Preventivo. Nuestra espiritualidad tiene algunos rasgos que le son muy propios: es una espiritualidad de lo cotidiano, una espiritualidad pascual de la alegría y el optimismo, una espiritualidad de la amistad y de la relación personal con el Jesús, una espiritualidad de comunión eclesial, una espiritualidad mariana, una espiritualidad del servicio responsable, proponiendo siempre, como hizo Don Bosco, la meta de ser “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Buscamos promover la dignidad de la persona y sus derechos; ejercitarse en vivir con generosidad en la familia y favorecer la solidaridad, especialmente con los más pobres; realizar el propio trabajo con honradez y competencia; promover la justicia, la paz y el bien común en la política; respetar la creación y favorecer la cultura. Todo esto forma parte de nuestra espiritualidad, de nuestro modo de ser Familia Salesiana, y mensaje evangélico con el carisma de Don Bosco en lo más diversos lugares del mundo. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 5: Buenos cristianos en el desafío de los ambientes no-cristianos, poscreyentes o poscristianos.
Vivimos en un mundo en cambio donde nos encontramos no solo con jóvenes creyentes, sino también con jóvenes que se están alejando de la fe; también con jóvenes que profesan otras confesiones, y jóvenes que no profesan ninguna.
Esta pluralidad de situaciones hace que recordemos el mandato misionero recibido en Pentecostés. “¿A dónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos, puesto que para el Evangelio no hay fronteras ni límites. El Señor nos envía a todos y la misión salesiana nos lleva a todos. “No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente”. Por eso la misión es tan estimulante como exigente ¿Qué debemos pensar para que podamos acercarnos pastoralmente hasta los jóvenes que se alejan de la fe y a quienes profesan otras religiones o no profesan ninguna? O sea, los contextos no-cristianos y poscristianos.
La primera es buscar y cuidar las semillas del Verbo. Evocando esta doctrina, el Concilio quiso reconocer los distintos grados de verdad que hay en las diversas tradiciones religiosas y culturales. En estas semillas el Verbo ya está presente, aunque sea de manera incipiente, y la dirección a la que ellas apuntan es el Verbo. Esto es de gran ayuda en nuestra propuesta pastoral en contextos no-cristianos o poscristianos ya que pide de nosotros la búsqueda de espacios y lugares de entendimiento y de colaboración. Esos ‘puntos de encuentro’ los hallamos en aspectos tales como el valor de lo humano y la dignidad humana, la búsqueda de la paz, la adquisición de virtudes como la compasión y el respeto por el otro, el extranjero, el diferente; el cuidado de la Creación, la ecología… (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 6: Buenos cristianos en la salida de nosotros mismos
“El encuentro con Dios me saca de mí hacia los demás. Es lo que algunos llaman la ‘antropología del don’, que puede sintetizarse con la expresión ‘tu vida para los demás’. Por eso, una persona abierta a los demás es una persona de mirada atenta y compasiva, en vez de la indiferencia que tanto se instala en el corazón de tantas personas en estos tiempos, volviéndonos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros.
Una persona abierta a los demás es capaz también de reconocer el don recibido poniendo al servicio de los demás los propios talentos. La dedicación a los demás, y en especial a los más necesitados, se convierte así verdaderamente en una práctica de fe y es fundamento de toda vida cristiana.
Esta manera de entender la vida abierta a los demás invita a pasar del ‘yo’ al ‘aquí estoy’. La cultura del ‘yo’ explica muy bien el mundo que vivimos. Esa cultura va acompañada de grandes posibilidades (crecimiento personal, autonomía, desarrollo de la persona) pero tiene grandes fragilidades (identidades resguardadas y poco abiertas a los demás, narcisismo, presentismo).
Dando importancia al valor del ‘yo’, como no podría ser de otro modo, podemos entender la vida cristiana como un camino de transformación del ‘yo’ al ‘aquí estoy’. Dar ese paso hace posible abrirse a un misterio que trasciende. Cuando decimos, desde la fe, ‘aquí estoy’ se está generando en nosotros una actitud de disposición que abre la existencia al Espíritu Santo que guía y acompaña nuestra vida, para encontrar el modo de ser y vivir que más nos plenifique como seres humanos. Es la esencia de toda vocación que, con mirada de creyente en Jesucristo, su vida nos regala “una historia de amor, una historia de vida que quiere mezclarse con la nuestra y echar raíces en la tierra de cada uno” (Aguinaldo 2020)

·        Se realiza un plenario con la presentación, por parte de cada grupo, de una ficha con las frases de síntesis de su trabajo, que  se colocarán sobre una pizarra.

·        El animador invita a los participantes a vivir las dimensiones del buen cristiano, para ello comparte unas palabras del Aguinaldo:
“Como en los inicios del Oratorio de Valdocco, el crecimiento en la fe solo puede suceder estando juntos: cuanto más intenso sea el camino espiritual del que acompaña, más lo será también el de los jóvenes y de la gente, que, más por ósmosis que por procesos lógicos, tenderán a seguir sus pasos. A su vez, será el camino de su pueblo el que empujará al que acompaña, como pastor, a crecer más y más, a acercarse a la fuente para responder a la sed de los que le piden, a menudo sin palabras, de ayudarles a encontrarse con el Señor”.

·        Se culmina la jornada con oración final del Aguinaldo 2020:

Señor Jesús,
sabes cuánto nos cuesta poner por obra tu Evangelio;
ayúdanos a contemplarte a ti en Don Bosco,
a ver tu amor en sus gestos,
a discernir tu camino en sus acciones,
a aprender tu misericordia en su cariño.
Danos luz para interiorizar el estilo
con el que Don Bosco fue tu discípulo,
modela nuestro corazón como el tuyo de Buen Pastor,
y danos la fuerza para convertir en vida y en obras tus palabras
Amén.

Amoris Laetitia en 30 puntos




Nueve capítulos en un documento de 264 páginas, largo y complejo: “Amoris Laetitia, la alegría del amor”, es la exhortación con la que Papa Francisco cierra el recorrido de dos Sínodos dedicados a la familia. Fue promulgada el 19 de marzo de 2016. El primer capítulo ofrece un marco de citas bíblicas, el segundo traza una visión sobre la situación, el tercero habla sobre la vocación de la familia. Dos capítulos, el cuarto y el quinto, están dedicados específicamente al tema del amor conyugal. El sexto habla de las perspectivas pastorales, el séptimo sobre la educación de los hijos. El octavo, que será seguramente el más discutido, contiene las indicaciones para la integración de los divorciados que se han vuelto a casar. El Capítulo noveno se refiere a la espiritualidad matrimonial y familiar.

1. El amor, símbolo de las realidades íntimas de Dios
En el primer capítulo, el Papa recuerda que “la Biblia está poblada de familias, de generaciones, de historias de amor y de crisis familiares”. La “pareja que ama y genera la vida es la verdadera “escultura” viviente —no aquella de piedra u oro que el Decálogo prohíbe—, capaz de manifestar al Dios creador y salvador. Por eso el amor fecundo llega a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios”.

2. Individualismo y disminución demográfica
En el segundo capítulo se afronta el tema de los “desafíos” de las familias. Existe el peligro “que representa un individualismo exasperado” que hace que prevalezca, “en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos asumidos con carácter absoluto”. Francisco da la alarma sobre la disminución demográfica, debido “a una mentalidad antinatalista y promovido por las políticas mundiales de salud reproductiva”, y recuerda que “la Iglesia rechaza con todas sus fuerzas las intervenciones coercitivas del Estado en favor de la anticoncepción, la esterilización e incluso del aborto”. Todas ellas medidas “inaceptables incluso en lugares con alta tasa de natalidad”, pero animadas por los políticos incluso en los países en donde nacen pocos niños.

3. La casa
Francisco escribe que “la falta de una vivienda digna o adecuada suele llevar a postergar la formalización de una relación”. Una “familia y un hogar son dos cosas que se reclaman mutuamente”. Por este motivo, “tenemos que insistir en los derechos de la familia, y no sólo en los derechos individuales. La familia es un bien del cual la sociedad no puede prescindir, pero necesita ser protegida”.

4. Explotación infantil
La explotación sexual de los niños y niñas constituye “una de las realidades más escandalosas y perversas de la sociedad actual”. Hay niños “de la calle” en las sociedades que sufren violencia, la guerra o la presencia del crimen organizado. “El abuso sexual de los niños se torna todavía más escandaloso —denuncia Francisco— cuando ocurre en los lugares donde deben ser protegidos, particular- mente en las familias y en las escuelas y en las comunidades e instituciones cristianas”.

5. Miseria, eutanasia y otras plagas
Entre las “graves amenazas” para las familias en todo el mundo, el Papa cita la eutanasia y el suicidio asistido. Y después reflexiona sobre la situación de las “familias sumidas en la miseria, castigadas de tantas mane- ras, donde los límites de la vida se viven de forma lacerante”. También se refiere a la “plaga” de la drogodependencia, “que hace sufrir a muchas familias, y no pocas veces termina destruyéndolas. Algo semejante ocurre con el alcoholismo, el juego y otras adicciones”.

6. No debilitar la familia
Debilitar la familia no “favorece a la sociedad”, sino que “perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de los pueblos”. Francisco indica que “ya no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena”. Mientras que “las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad”.

7. Alquiler de úteros, infibulación, violencia
En el párrafo 54, el Papa habla sobre los derechos de las mujeres, e indica que es inaceptable “la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación”. La “violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal”. Francisco también se refiere a la infibulación, la “grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones”. Y recuerda la práctica del “alquiler de vientres o la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática”.

8. El pensamiento único de la ideología “gender”
Unas cuantas líneas del documento están dedicadas al “gender”, ideología que “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer”, presenta “una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer”. Francisco dice que es “inquietante que algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces comprensibles, procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños”.

9. No a la “fábrica” de niños
También se expresa preocupación por la “posibilidad de manipular el acto generativo”, independientemente de “la relación sexual entre hombre y mujer. De este modo, la vida humana, así como la paternidad y la maternidad, se han convertido en realidades componibles y descomponibles, sujetas principalmente a los deseos de los individuos o de las parejas”. “No caigamos —advierte el Papa— en el pecado de pretender sustituir al Creador”.

10. Educar a los hijos, “derecho primario” de los padres
En el tercer capítulo de la exhortación, Francisco recuerda el magisterio de sus predecesores y explica que el sacramento del matrimonio “no es una convención social”, sino un “don para la santificación y la salvación de los esposos”, una verdadera “vocación”. Por lo tanto, “la decisión de casarse y de crear una familia debe ser fruto de un discernimiento vocacional”. El amor conyugal está abierto a la fecundidad. Y “la educación integral de los hijos” es “obligación gravísima, a la vez que derecho primario de los padres”, y que “nadie debería pretender quitarles”.

11. Instrucciones sobre el amor
En el cuarto capítulo, uno de los más innovadores, el Papa propone una paráfrasis del Himno a la caridad de San Pablo, sacando de él indicaciones concretas para los esposos. Los invita a la “paciencia” recíproca, sin pretender que “las relaciones sean celestiales o que las personas sean perfectas”, y sin colocarse siempre a uno mismo “en el centro”. Los invita a ser benévolos y a “donarse sobreabundantemente sin medir, sin reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir”. Los invita a no ser envidiosos, a no enorgullecerse o “agrandarse”, porque “quien ama, evita hablar demasiado de sí mismo”, a no volverse “arrogantes e insoportables”, a ser humildes y a “volverse amables”, a no destacar “defectos y errores ajenos”. Los invita a nunca acabar el día “sin hacer la paz en familia”, a personar sin rencores, a hablar bien recíprocamente, tratando de “mostrar el lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades y errores”, a tener confianza en el otro sin controlarlo, dejando “espacios de autonomía”. E invita también a “contemplar” al cónyuge, recordando que “las alegrías más intensas de la vida brotan cuando se puede provocar la felicidad de los demás”.

12. Mensaje a los jóvenes
El Papa dice a los jóvenes que debido a la “seriedad” del “compromiso público de amor”, el matrimonio “no puede ser una decisión apresurada”, pero tampoco hay que dejarla pasar “indefinidamente”. Comprometerse con otra persona exclusiva y definitivamente “siempre tiene una cuota de riesgo y de osada apuesta”. Hay que “darse tiempo” y saber escuchar al cónyuge, dejar que hable antes de “comenzar a dar opiniones o consejos”. “Muchas discusiones en la pareja no son por cuestiones muy graves”. A veces se trata de cosas pequeñas, “poco trascendentes, pero lo que altera los ánimos es el modo de decirlas o la actitud que se asume en el diálogo”.

13. Sexualidad, “regalo maravilloso”
Deseos, sentimientos, emociones, “ocupan un lugar importante en el matrimonio”. Francisco, citando a Benedicto XVI, explica que la enseñanza oficial de la Iglesia “no ha rechazado el eros como tal, sino que declaró guerra a su desviación”, que lo “deshumaniza”. Dios mismo “creó la sexualidad, que es un regalo maravilloso para sus criaturas”. Juan Pablo II rechazó la idea de que la enseñanza de la Iglesia implique “una negación del valor del sexo humano”, o que simplemente lo tolere “por la necesidad misma de la procreación”. La necesidad sexual de los esposos no es “objeto de desprecio”. Pero, “no podemos ignorar que muchas veces la sexualidad se despersonaliza y también se llena de patologías”, convirtiéndose “cada vez más ocasión e instrumento de afirmación del propio yo y de satisfacción egoísta de los propios deseos e instintos”. Por ello, el Papa insiste en que “un acto conyugal impuesto al cónyuge sin considerar su situación actual y sus legítimos deseos, no es un verdadero acto de amor”. Debe ser rechazada, por lo tanto, “toda forma de sometimiento sexual”.

14. Acoger la vida
El quinto capítulo recuerda que la familia es el ámbito “no sólo de la generación sino de la acogida de la vida”. El Papa escribe que “si un niño llega al mundo en circunstancias no desea- das, los padres, u otros miembros de la familia, deben hacer todo lo posible por aceptarlo como don de Dios”. Las familias numerosas “una alegría para la Iglesia”, aunque esto no quiere decir olvidar una “sana advertencia” de Juan Pablo II: “la paternidad responsable no es procreación ilimitada”. Francisco recuerda que es importante que “el niño se sienta esperado”. “Se ama a un hijo porque es hijo, no porque es hermoso o porque es de una o de otra manera; no, ¡porque es hijo! No porque piensa como yo o encarna mis deseos”. El Papa se dirige a todas las mujeres embarazadas: “Ese niño merece tu alegría. No permitas que los miedos, las preocupaciones, los comentarios ajenos o los problemas apaguen esa felicidad de ser instrumento de Dios para traer una nueva vida al mundo”.

15. La presencia de una madre…
En el documento se dice que es “plenamente legítimo” y “deseable” que las mujeres estudien, trabajen, desarrollen las propias capacidades y los propios objetivos. Pero, al mismo tiempo, “no podemos ignorar la necesidad que tienen los niños de la presencia materna, especialmente en los primeros meses de vida”. La disminución de la presencia materna, “con sus cualidades femeninas es un riesgo grave para nuestra tierra”. “Valoro el feminismo —comenta el Papa— cuando no pretende la uniformidad ni la negación de la maternidad”.

16.… y los padres ausentes
El problema de nuestros días parece ser la “ausencia” de los padres. A veces el padre está “tan concentrado en sí mismo y en su trabajo, y a veces en sus propias realizaciones individuales, que olvida incluso a la familia. Y deja solos a los pequeños y a los jóvenes”. La presencia paterna “se ve afectada también por el tiempo cada vez mayor que se dedica a los medios de comunicación y a la tecnología de la distracción”. Pero pedir que el padre esté presente “no es lo mismo que decir controlador. Porque los padres demasiado controladores anulan a los hijos”.

17. Sí a las adopciones
La adopción “es un camino para realizar la maternidad y la paternidad de una manera muy generosa”. El Papa escribe: “es importante insistir en que la legislación pueda facilitar los trámites de adopción”. La familia “no debe pensar en sí misma como un recinto llamado a protegerse de la sociedad”, ni concebirse como asilada de todo lo demás. “Dios ha confiado a la familia el proyecto de hacer ‘doméstico’ el mundo, para que todos lleguen a sentir a cada ser humano como un hermano”. Y esto implica también el compromiso hacia los pobres y quienes sufren. El pequeño núcleo familiar “no debería aislarse de la familia ampliada, donde están los padres, los tíos, los primos, e incluso los vecinos. En esa familia grande puede haber algunos necesitados de ayuda, o al menos de compañía y de gestos de afecto, o puede haber grandes sufrimientos que necesitan un consuelo”.

18. Hacer que los ancianos se sientan en casa
“Debemos despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio, de hospitalidad, que hagan sentir al anciano parte viva de su comunidad”. Francisco observó que “la atención a los ancianos “habla de la calidad de una civilización”. El documento contiene también una invitación a no considerar como “competidores” o “invasores” a los suegros, a las suegras ni a los demás parientes del cónyuge.

19. Familias “sujetos activos” de la pastoral
El sexto capítulo de la exhortación está dedicado a las perspectivas pastorales. Francisco pide “un esfuerzo evangelizador y catequístico dirigido a la familia”, además de una “conversión misionera” de toda la Iglesia, para que no se quede “en un anuncio meramente teórico y desvinculado de los problemas reales de las personas”. La pastoral familiar “debe hacer experimentar que el Evangelio de la familia responde a las expectativas más profundas de la persona humana”. Se insiste también en la necesidad de una mayor formación interdisciplinaria y no solo doctrinal de los seminaristas, para ocuparse de los complejos problemas de las familias de hoy.

20. La preparación para el matrimonio
El Papa insiste mucho en la exigencia de preparar mejor a los novios para el matrimonio, con una mayor participación de toda la comunidad. Cada Iglesia local debe elegir cómo hacerlo. “Se trata de una suerte de “iniciación” al sacramento del matrimonio que les aporte los elementos necesarios para poder recibirlo con las mejores disposiciones y comenzar con cierta solidez la vida familiar”. Pero no hay que olvidar “los valiosos recursos de la pastoral popular”, como, por ejemplo, el día de San Valentín, que “que en algunos países es mejor aprovechado por los comerciantes que por la creatividad de los pastores”. El recorrido de preparación también debe dar la posibilidad de “reconocer incompatibilidades o riesgos. De este modo se puede llegar a advertir que no es razonable apostar por esa relación, para no exponerse a un fracaso previsible que tendrá consecuencias muy dolorosas”.

21. “Demasiado concentrados en los preparativos”
“La preparación La preparación próxima al matrimonio tiende a concentrarse en las invitaciones, los vestidos, la fiesta y los innumerables detalles que consumen tanto el presupuesto como las energías y la alegría. Los novios llegan agobiados y agotados al matrimonio”. “Queridos novios: “Tengan la valentía de ser diferentes, no se dejen devorar por la sociedad del consumo y de la apariencia”. Además, el matrimonio debe ser asumido como “un camino de maduración”, sin tener expectativas demasiado elevadas sobre la vida conyugal.

22. Sí a la “Humanae vitae”
Francisco pide volver a descubrir la encíclica de Pablo VI y la “Familiaris consortio” de Papa Wojtyla, “para contrarrestar una mentalidad a menudo hostil a la vida”.

23. Consejos a los jóvenes esposos
El Papa sugiere algunos “rituales cotidianos”. “Es bueno darse siempre un beso por la mañana, bendecirse to- das las noches, esperar al otro y recibirlo cuando llega, tener alguna salida juntos, compartir tareas domésticas”. Y también es bueno interrumpir “la rutina con la esta, no perder la capacidad de celebrar en familia, de alegrarse y de festejar las experiencias lindas”.

24. Las crisis se arreglan
Con la “ayuda adecuada y con la acción de reconciliación de la gracia, un gran porcentaje de crisis matrimoniales se superan de manera satisfactoria”. “Saber perdonar y sentirse perdonados es una experiencia fundamental en la vida familiar”. Y por ello es necesaria “la generosa colaboración de familiares y amigos, y a veces incluso de ayuda externa y profesional”.

25. Nunca usar a los hijos como “rehenes”
Francisco pide a los padres separados “¡nunca, nunca, nunca tomar al hijo como rehén!”. Si se separaron “por muchas dificultades y motivos, la vida les ha dado esta prueba, pero que no sean los hijos quienes carguen el peso de esta separación, que no sean usados como rehenes contra el otro cónyuge”. Los hijos deben crecer “escuchando que la mamá habla bien del papá, aunque no estén juntos, y que el papá habla bien de la mamá”. El Papa afirma que el divorcio es “un mal”, y define “alarmante” el aumento de los divorcios.

26. La homosexualidad en familia
La experiencia de tener en su seno personas con tendencias homosexuales es una experiencia “nada fácil ni para los padres ni para sus hijos”. El Papa insiste en que “toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar todo signo de discriminación injusta”. Por ello, se trata de “asegurar un respetuoso acompañamiento, con el n de que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su vida”. Y vuelve a insistir en que no se pueden comparar las uniones entre homosexuales con los matrimonios.

27. El “aguijón” de la muerte
El Papa recuerda la importancia de acompañar a las familias afectadas por un luto, afirmando que “hay que ayudar a descubrir que quienes hemos perdido un ser querido todavía tenemos una misión que cumplir, y que no nos hace bien querer prolongar el sufrimiento”.

28. ¿Quién guía a nuestros hijos?
En el séptimo capítulo se habla sobre la educación de los hijos. Francisco invita a preguntarse “quiénes se ocupan de darles diversión”, quiénes “entran en sus habitaciones a través de las pantallas”, a quiénes los confiamos “en su tiempo libre”. Siempre hay que vigilar. Los padres deben prepararlos para afrontar “riesgos, por ejemplo, de agresiones, de abuso o de drogadicción”. Pero, si un padre “está obsesionado por saber dónde está su hijo y por controlar todos sus movimientos, sólo buscará dominar su espacio”, no lo educará ni lo “preparará para afrontar los desafíos”. Por el contrario, hay que poner en marcha “procesos de maduración de su libertad, de capacitación, de crecimiento integral, de cultivo de la auténtica autonomía”.

29. ¿Cómo educar?
La formación moral debería llevarse a cabo “intuitivamente”, para que el “hijo pueda llegar a descubrir por sí mismo la importancia de determinados valores, principios y normas, en lugar de imponérselos como verdades irrefutables”. En el mundo de hoy, “en el que reinan la ansiedad y la prisa tecnológica, una tarea importantísima de las familias es educar para la capacidad de esperar. No se trata de prohibir a los chicos que jueguen con los dispositivos electrónicos, sino de encontrar la forma de generar en ellos la capacidad de diferenciar las diversas lógicas y de no aplicar la velocidad digital a todos los ámbitos de la vida”.

30. El peligro del “autismo tecnológico”
Los medios electrónicos a veces “alejan en lugar de acercar, como cuando en la hora de la comida cada uno está concentrado en su teléfono móvil, o como cuando uno de los cónyuges se queda dormido esperando al otro, que pasa horas entretenido con algún dispositivo electrónico”. No hay que ignorar “los riesgos de las nuevas formas de comunicación para los niños y adolescentes, que a veces los convierten en abúlicos, desconectados del mundo real. Este ‘autismo tecnológico’ los expone más fácilmente a los manejos de quienes buscan entrar en su intimidad con intereses egoístas”. La exhortación dice sí a la educación sexual, que tenga “un sano pudor”, y también a una educación que acostumbre a los niños a comprender que también los hombres pueden (y deben) hacer las tareas domésticas. Para concluir, es indispensable que “los hijos vean de una manera concreta que para sus padres la oración es realmente importante”.

La Exhortación Amoris Laetitia culmina con la siguiente

Oración a la Sagrada Familia

Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas iglesias domésticas.

Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.

Santa Familia de Nazaret,
haz tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica.

Amén.




CEDAW: Feminismo y “Ética Planetaria”



Por María Ester Goldsack (Chile)
Cardióloga, representante de Caritas Internacional en la IV Conferencia de Beijing, participa en organizaciones pro vida y es especialista en temas sobre la mujer


¿Qué es y cuál es el origen de la CEDAW?

CEDAW, sigla en inglés de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación de la Mujer, es un Tratado Internacional que fue resultado de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Ciudad de México. Nace a partir de la Declaración sobre la “Eliminación de Discriminación contra la Mujer” de 1974, que reconocía, en su primer artículo, que la discriminación contra la mujer es “fundamentalmente injusta y constituye una ofensa a la dignidad humana”. La CEDAW fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979 y entró en vigor el 23 de septiembre de 1981.

Es el primer y principal instrumento jurídico internacional de derechos humanos que se aboca solamente a los derechos de las mujeres y reúne los principios aceptados internacionalmente sobre este tema, “para el logro de la igualdad en el sistema jurídico”.

Al firmarla, los países sólo se comprometen a respetarla. El cambio radical tiene lugar cuando el país en cuestión la ratifica, esto es, le da carácter legal vinculante.
Ciento sesenta y seis Estados han ratificado también esta Convención; 58 de ellos lo han hecho con las llamadas reservas, es decir que no se comprometen a cumplir algunas de las disposiciones contenidas en ella.

Especialmente destaca la posición que EE.UU. ha sostenido frente a la CEDAW. Participó activamente en la preparación de la Convención, y el Presidente Carter la firmó el 17 de julio de 1980. Remitida al Comité de Relaciones Exteriores del Senado en noviembre de 1980, fue luego ignorada hasta 1995. Durante la IV Conferencia sobre la Mujer celebrada en Beijing, suscitó un nuevo interés y fue retomada por el Presidente Clinton y en especial por su esposa Hillary como parte de su compromiso con esa Cumbre. Las representantes Lynn Woolsey (California), Corrine Brown (Florida), Nancy Pelosi (California) y Stephanie Tubbs Jones (Ohio) lideraron la coalición USA-ONU que presionó la ratificación de la CEDAW. Sin embargo, durante el año 2000 el gobierno de EE.UU. afirmó públicamente que “ni ahora ni nunca” ratificará esta Convención porque hacerlo implicaría someter su soberanía a una instancia supranacional: el artículo 20(f) de la Convención establece al respecto que los Estados Parte se comprometen, entre otras cosas, a “adoptar todas las medidas, incluso de carácter legislativo, para modificar leyes, reglamentos, usos y prácticas que constituyan toda forma de discriminación contra la mujer”.

Si bien se debe aceptar que esta Convención constituye un avance en la lucha de la mujer para evitar ser discriminada, su contenido está fuertemente oscurecido por el tipo de ideologías que la infiltran. Es así como actualmente la CEDAW constituye una enmienda global a los estatutos de igualdad de derecho humanos y se ha convertido en el instrumento de lucha de los grupos feministas radicales que niegan la existencia de cualquier diferencia entre hombres y mujeres, desconociendo la complementariedad de ambos, que hace posible el amor entre ellos y la constitución de la familia. Tanto el cónyuge como los hijos pasan a ser, para la mujer, un lastre que le impide lograr su “empoderamiento”, esto es, alcanzar las mismas metas económicas y de poder a las que tienen libre acceso sus “competidores”, los hombres.

Además de desvirtuar el verdadero genio de ser mujer, introduce la llamada ideología de género y dentro de los “servicios de planificación familiar”, los llamados “derechos reproductivos y salud sexual”.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la “identidad de género” es “la convicción personal, íntima y profunda que se pertenece a uno y otro sexo en un sentido que va más allá de las características cromosómicas y somáticas propias”. Es decir, para la OMS la persona elige su sexo independientemente de su identidad biológica, hombre o mujer. Es la legitimación de la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad y la transexualidad.

En cuanto a los derechos reproductivos, en lenguaje de la ONU, el “derecho de la mujer al uso de su cuerpo” lleva aparejado el “derecho al embarazo no deseado”, esto es, a ejercer con total autonomía la “opción” de aceptar o no un embarazo en curso, teniendo presente siempre que continuar con un embarazo “no deseado” es el más grave ejemplo de “violencia de género”. No existe ninguna duda que, aunque el término aborto no aparece escrito en la CEDAW, constituye la meta más preciada como manifestación de un derecho humano de la mujer.

El Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de EE.UU. sostuvo una audiencia el 3 de mayo del 2000 sobre la CEDAW. Hasta ahora el Representante Christopher Smith (Nueva Jersey) y el senador Jesse Helms (Carolina del Norte), han logrado bloquear exitosamente la ratificación de CEDAW.

Helms dijo: “La ratificación de CEDAW es para fomentar una agenda que busca asegurar el aborto a petición, y que rehúsa reconocer cualquier distinción legítima entre hombres y mujeres”.


¿Qué es el Comité de Seguimiento de la CEDAW?

Cada Convención nacida en el seno de Naciones Unidas lleva aparejado un Comité de Seguimiento. Los Estados que han ratificado una Convención están legalmente comprometidos a implementar sus disposiciones y a presentar informes sobre los progresos de su aplicación ante el Comité de Seguimiento. Esta instancia oficial le da verificación a los informes y un Comité de Expertos emite un juicio sobre si los Estados Parte han cumplido adecuadamente los compromisos contraídos al ratificar la Convención.

Con este fin se constituye, en 1982, el “Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer”, más conocido como “Comité de Seguimiento de la CEDAW”, instancia de carácter supranacional, formado por 23 expertos.

Tal como se establece en el punto 13 del Informe del Comité, correspondiente a su vigésimo período de sesiones (19 enero al 5 febrero de 1999), este organismo tiene derecho a exigir a los Estados Parte cambios en sus valores fundamentales: la familia, la moral, las creencias culturales y religiosas, entre otros, pudiendo incluso presionar a los países a modificar su legislación, sus medidas ejecutivas y sus políticas, pudiendo convertirse en un instrumento de permanente vulneración de las soberanías nacionales.

El Comité se reúne anualmente por un período de tres semanas para sopesar los informes de los Estados Parte en cuanto a la implementación de la CEDAW. El Comité hace sus recomendaciones basado en estos informes. Además, solicita a las agencias de la ONU que sometan sus propios informes a consideración y recibe retroalimentación de las ONGs aliadas muy de cerca con sus programas.

El Comité informa anualmente a la Asamblea General de Naciones Unidas vía el Consejo Económico y Social (ECOSOC), el que a su vez envía los informes a la Comisión sobre el Estado de la Mujer(CSW). La Comisión sobre el Estado de la Mujer monitorea el “progreso de las mujeres” y promueve su Convención (CEDAW) en todo el mundo por medio de ONGs (Organizaciones no Gubernamentales), el Banco Mundial, y varios cuerpos inter-agenciales.

Sin embargo, la creación del Comité de la CEDAW no fue suficiente para sus impulsores. En la medida que éste no preveía ningún mecanismo destinado a denunciar las eventuales violaciones de los derechos que consagraba y a exigir su consecuente reparación, se trataba de un conjunto de derechos “devaluados”. Tal como explica el Folleto Informativo Nº 22 de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, con sede en Ginebra, Suiza, el alcance y efectos de las observaciones del Comité eran limitados, tenían el valor de simples “recomendaciones” y no lo habilitaban para “ejercer fuertes presiones” sobre los Estados a fin de que modificaran su legislación y sus políticas.


¿Qué es el Protocolo Facultativo de la CEDAW?

En 1991 se habla, por primera vez en el ámbito de Naciones Unidas de la necesidad de aprobar un Protocolo adicional, que es un mecanismo jurídico anexo a un Tratado Internacional, que obligue a los Estados parte a dar real cumplimiento a la CEDAW. La primera reunión de trabajo de las delegaciones latinoamericanas se llevó a cabo en marzo de 1996. El 12 de marzo de 1999, el documento final fue sometido a la Asamblea General de Naciones Unidas y aprobado. El Protocolo se denomina “opcional” o “facultativo” porque los Estados parte de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer” no tienen la obligación de ratificarlo. Se colige que este Protocolo no es en esencia un complemento indispensable para la CEDAW, por lo que esta Convención continúa siendo válida sin la necesidad de él.

Durante 1999, 62 países firmaron el Protocolo Facultativo. En la “cumbre del Milenio” convocada por Naciones Unidas (Nueva York, 6 al 8 de septiembre de 1999), fue ratificado por Austria, Bangladesh, Irlanda y Nueva Zelandia. Luego la ratificaron Dinamarca, Francia, Namibia, Senegal y Tailandia. Con la ratificación por parte de Italia, el 22 de septiembre del 2000, se completaron las 10 ratificaciones que el Protocolo necesitaba para entrar en vigencia, lo que se hizo efectivo el 22 de diciembre del mismo año.

El Protocolo Facultativo amplía el poder del Comité de Seguimiento de la CEDAW otorgándole una nueva competencia, por encima de la soberanía de los Estados Parte de la Convención, gracias a que se agregaron a su lista de atribuciones, dos recursos hasta ese momento inexistentes:

(a) El Artículo 2 del Protocolo Facultativo permite, a personas o grupos de personas que se encuentren bajo la jurisdicción de un Estado Parte, presentar “comunicaciones” al Comité de Expertos, denunciando ser “víctimas de una violación por ese Estado Parte de cualquiera de los derechos enunciados en la Convención”.

(b) “Tras haber recibido unan comunicación y antes de llegar a una conclusión sobre sus fundamentos, en cualquier momento el Comité podrá dirigir al Estado Parte interesado una solicitud para que adopte las medidas provisionales necesarias para evitar posibles daños irreparables a la víctima o las víctimas de la supuesta violación” (Artículo 5.1 Protocolo Facultativo).

El Estado Parte acusado tiene un plazo de seis meses para presentar al Comité, por escrito, “explicaciones o declaraciones en las que se aclare la cuestión y se indiquen las medidas correctivas que hubiere adoptado el Estado Parte, de haberlas”. (Artículo 6.2 Protocolo Facultativo).

Examinando las observaciones que haya presentado el Estado Parte acusado, así como “toda información fidedigna que esté a disposición suya”, “el Comité podrá encargar a uno o más de sus miembros que realice una investigación y presente con carácter urgente un informe al Comité. Cuando se justifique y con el consentimiento del Estado Parte, la investigación podrá incluir una visita a su territorio”. (Artículo 8.2 Protocolo Facultativo).

El Artículo 10 del Protocolo Facultativo reconoce en su primer párrafo que “Todo Estado Parte podrá, al momento de la firma o de la ratificación del presente Protocolo, o de la adhesión a él, declarar que no reconoce la competencia del Comité establecido en los Artículos 8 y 9”.

El Artículo 9 establece dos métodos para dar seguimiento a una investigación. Pareciera que queda claro que los Estados Parte pueden ratificar el Protocolo con estas reservas al Artículo 8 y 9 que amenazan claramente la soberanía, pero no es así por dos motivos:

1) El segundo párrafo del Artículo 10, agrega: “Todo Estado Parte que haya hecho una declaración con arreglo al párrafo 1 del presente artículo podrá retirar esa declaración en cualquier momento, previa notificación al Secretario General”. Esta acotación le quita toda validez al primer párrafo del Artículo 10.

2) El Artículo 17 del Protocolo es enfático al establecer que “No se permitirá reserva alguna al presente Protocolo”. Es la primera vez que un postulado de esta naturaleza es incluido en un Pacto o Convenio Internacional, toda vez que permite violar el derecho soberano de los países al negárseles la posibilidad de formular reservas sobre eventuales puntos de desacuerdo.

Vale la pena recordar las declaraciones de Angela King, Consejera Especial del Secretario General de la ONU para Problemas de Género y para el Avance de las Mujeres: “…Ninguna práctica tradicional, religiosa o cultural, ni las leyes locales pueden justificar las violaciones a la Convención; por lo tanto, las reservas introducidas por razones raciales, tradicionales, religiosas, culturales, son incompatibles con la Convención y por lo tanto impermisibles y deben ser repasadas, modificadas, y retiradas” (Nueva York, 2 de septiembre 2001).

Es así como desde Naciones Unidas se está imponiendo un CAMBIO CULTURAL, que pretende obligar a las naciones y a los pueblos a adoptar un rígido y restrictivo modelo social, construido artificialmente y dirigido ideológicamente.


¿De qué manera la ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW amenaza los principios y valores de las naciones?

Tanto la Convención como el Protocolo Facultativo están redactados en un lenguaje cuya ambigua amplitud ha permitido su manipulación sistemática por parte de corrientes ideológicas internacionales. Palabras como “Planificación Familiar” (artículo 12 y 14b de la Convención) tenían un significado muy diferente en 1989, cuando la gran mayoría de los Estados firmó la Convención, a lo que actualmente se entiende como forma de evitar los nacimientos humanos.

El término “Paternidad Responsable” toma su origen en la Encíclica Humanae vitae (1968) y es definido como una forma de postergar el nacimiento de un hijo, dentro del matrimonio, en un contexto generoso de dar vida y utilizando métodos naturales. Actualmente se utiliza por grupos antivida, para aludir a los derechos reproductivos y salud sexual de los adolescentes, para evitar un embarazo no deseado utilizando cualquier tipo de anticoncepción, incluso la llamada de emergencia (píldora del día después).

Además de dejar abiertos términos amplios que pueden permitir cualquier evolución en el curso de los años, y de robar palabras que en sí tienen una connotación valórica positiva, se han utilizado otras como género, que contienen una ideología completa.

Por otro lado, durante estos 20 años, la ONU ha convocado varias Reuniones Cumbres Internacionales, siendo las más conocidas la del Cairo sobre Población y Desarrollo, en 1994, y la de la Mujer en Beijing, en 1995. Aunque los Documentos nacidos de estas Conferencias Internacionales no son legalmente obligatorios para los Estados Parte, han sido usados como herramientas para crear NUEVOS DERECHOS HUMANOS. Son parte de un intento continuo de crear “Leyes Obligatorias por Costumbre” a través de la repetición de términos que nuevamente encierran conceptos: derechos reproductivos, salud sexual, sexo seguro, aborto seguro, derechos sexuales, orientación sexual, etc. Esta situación recuerda un pensamiento de José Stalin: “El medio más poderoso que tienen los gobiernos para dominar a los pueblos no son las armas, sino los vocablos”.

Asistimos a un nuevo enfrentamiento entre el Esplendor de la Verdad y la anticultura de la Mentira, que se manifiesta en las trampas lingüísticas.

Toda esta manipulación queda de manifiesto en la CEDAW y en los Informes del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Entre otros fines apunta a redefinir el concepto de Familia y de Mujer, incluir el aborto como “Derecho de la Mujer a la Salud Reproductiva”, eliminar la religión por impedir el desarrollo del nuevo orden mundial, disminuir la importancia de los padres en la educación de los hijos, lograr la aceptación de la homosexualidad como parte del “Derecho a la no Discriminación” y legalizar la prostitución.

a) Redefinir el Concepto de Familia y de Mujer

“Los Estados Parte tomarán todas las medidas apropiadas para: a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquiera otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”. (Art. 5, Convención).

Una disposición como la anterior busca cambiar las estructuras tradicionales de familia. Así queda en evidencia cuando el Comité de la CEDAW, preocupado porque en Kirguiztán “prevalece la cultura patriarcal” y “por el gran arraigo del papel tradicional de la mujer como madre y esposa…” (Informe 20 período de sesiones, punto 120), insta a ese gobierno a que aplique diversas medidas, incluso por medio de grandes campañas de educación pública y en los medios de información, para eliminar estereotipos tradicionales sobre la función del hombre y la mujer”. (Informe 20 período de sesiones, punto 212).

Las observaciones del Comité al informe presentado por Irlanda (1 de septiembre de 1999). A54/38) expresan lo siguiente:

a) Párrafo 179: “El Comité considera que la persistencia del énfasis en el rol de las mujeres como madres dispensadoras de atención tiende a perpetuar estereotipos de roles de sexo y constituyen un serio impedimento a la aplicación de la Convención”.

b) Párrafo 193: “El Comité expresa su preocupación acerca de que continúe vigente el artículo 41.2 del Constitución Irlandesa, con conceptos que reflejan una visión estereotipada del rol de la mujer en el hogar y como madres”.

Por otro lado, la República Checa ha sido criticada también por “actitudes de sobreprotección al embarazo y la maternidad”. Armenia ha sido obligada a usar sus escuelas y medios de comunicación para combatir “el estereotipo tradicional de la mujer como el ‘noble papel de madre’. En cuanto a Chile el Comité “manifiesta su preocupación” por la “persistencia en ese país de conceptos estereotipados sobre el papel de las mujeres y los hombres en la sociedad”. Es así como recomienda al gobierno que “promueva el cambio de actitudes y percepciones, tanto de las mujeres como de los hombres, en cuanto a sus respectivos papeles en el hogar, la familia, el trabajo y la sociedad en su conjunto” (Informe 21 período de sesiones, 7 al 25 de junio de 1999, punto 225) y “apoye enérgicamente leyes que autoricen el divorcio”. (Informe 21 período de sesiones, punto 222.)

b) Incluir el Aborto como “Derecho de la Mujer a la Salud Reproductiva”

Ni la Convención ni el Protocolo Facultativo abogan en forma directa por la legalización del aborto; sin embargo, los artículos 12 y 14b de la Convención buscan “asegurar el acceso a los servicios de atención médica, incluyendo aquellos relacionados con la planificación familiar”. Hoy la experiencia mundial ha demostrado con creces que los conceptos de “salud reproductiva” y “planificación familiar” incluyen el acceso a servicios de aborto seguro en aquellos países donde el aborto no esté penalizado.

Más aún, el Comité es tajante al establecer que “la negativa de un Estado Parte a proveer la prestación de determinados servicios de salud reproductiva a la mujer en condiciones legales resulta discriminatoria” y que, si los encargados de prestar servicios de salud se negaran a prestar tales servicios por razones de conciencia, deberán adoptarse medidas para que la mujer sea remitida a otras entidades que presten estos servicios (Informe 20 período sesiones, punto 11).

Las observaciones del Comité al informe presentado por Irlanda (1 de julio de 1999). A/54/38), expresan al respecto:

a) Párrafo 185: “El Comité está preocupado de que, salvo muy limitadas excepciones, el aborto permanece ilegal en Irlanda”.

b) Párrafo 186: “El Comité urge al Gobierno a facilitar un diálogo nacional sobre derechos reproductivos de la mujer, inclusive sobre las leyes restrictivas del aborto”.

El Comité “manifiesta su preocupación ante el inadecuado reconocimiento y protección de los derechos reproductivos” en Chile, en particular por las leyes que prohíben y penalizan toda forma de aborto. “El Comité considera que esas disposiciones violan los derechos de todas las mujeres” (Informe 21 período, punto 228) y recomienda que la legislación relacionada con el aborto sea enmendada, “en particular con el objeto de proporcionar abortos en condiciones de seguridad y permitir la interrupción del embarazo por razones terapéuticas o relacionadas con la salud de la mujer, incluida la salud mental”. “También pide al gobierno que refuerce las medidas encaminadas a la prevención de embarazos no deseados incluso ampliando la disponibilidad sin restricciones de medios anticonceptivos de toda índole” (Informe 21 período, punto 229) incluyendo “la esterilización de la mujer sin consentimiento del cónyuge”.

c) Eliminar la religión por impedir el desarrollo del nuevo orden mundial

“Los Estados Parte tomarán todas las medidas apropiadas para: a) Modificar los patrones socioculturales de conductas de hombres y mujeres con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basadas en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”. (Art. 5, Convención):

Las observaciones del Comité al informe presentado por Irlanda (1 de julio de 1999). A/54/38) expresan al referirse a religión en el Párrafo 180: “El Comité nota que, aunque Irlanda es un estado secular, la influencia de la Iglesia se palpa fuertemente no sólo en actitudes y estereotipos, sino también en la política oficial del Estado”.

Es un claro llamado de atención al gobierno de ese país por permitir que la religión apoye el papel de la mujer como madre y mantenga “leyes restrictivas del aborto”.

Veamos recomendaciones realizadas en ese mismo año a otros países: El Comité instruyó al gobierno de Libia en 1999 a “reinterpretar” el Corán en forma más “permisible” para la implementación del convenio de CEDAW.

En 1999, el Comité reprendió severamente a Argelia por usar la religión como “excusa” para dejar de cumplir estrictamente la Convención.

A fines de julio del 2001, el Comité para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer de la ONU (CEDAW) atacó al gobierno de Andorra -con una población de 70 mil habitantes y ubicado en las alturas entre España y Francia-, porque la mayoría de las escuelas nacionales son católicas y sus estudiantes no reciben educación sexual requerida por la organización.

d) Disminuir la importancia de los padres en la educación de los hijos.

En los artículos 15 y 16 de la CEDAW se afirma que “los intereses de los niños deben ser de capital importancia”. Es una afirmación ante la cual nadie puede estar en desacuerdo.

El problema radica nuevamente en que después de la proclamación de la CEDAW han transcurrido 20 años, en los cuales las buenas intenciones se han ideologizado. Es así como en la Cumbre sobre Población y Desarrollo en el Cairo, 1994, como en la Cumbre de la Mujer en Beijing, 1995, y en sus respectivas revisiones 5 años después, el tema de los intereses de los niños se ha mezclado con sus derechos reproductivos y salud sexual. Estos derechos les dan la posibilidad a los niños, definidos en la Convención de los Derechos del Niño, como “aquella persona, desde el nacimiento hasta los 18 años”, a tener acceso a información y servicios en materia sexual en los Consultorios de Salud, en “confidencialidad y privacidad” frente a sus padres.

Esta grave situación será nuevamente sometida a consenso de los Estados Parte en la “Asamblea General sobre el Niño” convocada por la ONU recientemente en Nueva York.

Hemos asistido con verdadera angustia a la implementación en los países latinoamericanos de los planes de “Educación Sexual”, impuestos en nuestros niños por el Estado con una visión reduccionista de genitalidad en ausencia de Amor y de Responsabilidad.

Recomendaciones del Comité de la CEDAW al respecto: Critica fuertemente a Eslovenia porque “sólo el 30 por ciento de sus niños menores de tres años acuden a guarderías diurnas”, haciendo énfasis en que “al 70 por ciento restante se les niegan los beneficios educacionales y sociales que estos centros le ofrecen”.

A Alemania se le insta a que “el Gobierno aumente aún más lugares de alojamiento de niños para facilitar el reingreso de las mujeres al mercado laboral”. Incluso el Comité del CEDAW urge a los Gobiernos a suplantar a los padres en el rol de enseñar valores tradicionales a sus hijos. En Rumania se solicita al gobierno que incluya la Educación Sexual en todos los niveles escolares en forma sistemática.

e) Lograr la aceptación de la Homosexualidad como parte del “Derecho a la no Discriminación”

La Convención define la discriminación en contra de la mujer como “toda forma de distinción, exclusión o restricción basada en el sexo”.

A pesar de que la CEDAW no hace mención directa a la homosexualidad femenina, el Comité “expresa su preocupación” a la nación asiática de Kirguiztán “porque el Código Penal tipifica el lesbianismo como “delito sexual” y “recomienda que se clasifique el lesbianismo como orientación sexual y se derogue toda pena para practicarlo”. (Informe 20 período de sesiones, puntos 127 y 128).

f) Legalizar la Prostitución

el artículo 11 de la Convención sostiene que existe “derecho a elegir libremente profesión o empleo”. El Comité de la CEDAW ha incluido la “prostitución voluntaria” en ese concepto de “libertad de escogencia”.

Basado en este enunciado el Comité ha recomendado a Liechtenstein que proceda a revisar la ley relativa a la prostitución para que no se penalice a las prostitutas (Informe 20 período de sesiones, punto 168). Respecto de Grecia, estima positivo que se haya despenalizado la prostitución (Informe 20 período de sesiones, punto 197).

Hasta aquí el comentario acerca de las recomendaciones que el Comité de Seguimiento de la Convención ha impuesto a los Estados Partes.

De todos los países del mundo que ratificaron la CEDAW, sólo un 20 por ciento ha ratificado el Protocolo Facultativo, que como se expresó, ya está en funcionamiento.

Existe información oficial proveniente de Uruguay, Estado que precozmente ratificó el Protocolo Facultativo, de haber recibido recientemente la “recomendación” de éste de ampliar la ley de aborto eliminando restricciones que limiten los derechos de la mujer.

En Argentina el Comité recomendó al gobierno cumplir la Ley de Educación Sexual Integral e introducir esta enseñanza en el curriculum regular, entrenando a docentes para brindar esta enseñanza en todo el ciclo educativo. Y además recomendó se implemente en todo el país la Interrupción Legal del embarazo.



Naciones Unidas y el Nuevo Orden Mundial

Naciones Unidas, en los últimos 30 años, ha llevado a cabo, a través de la IPPF (International Planed Parenthood Federation-Federación Internacional de Planificación Familiar), una política sistemática calificada por el CELAM como terrorismo demográfico, tratando de convencer a la humanidad de que es indispensable controlar la población mundial, para evitar su exterminación por el hambre. Esta campaña resulta contradictoria dado que el índice último de población propio de la ONU muestra que el gran problema que enfrenta el mundo para los siguientes 50 años no es justamente una explosión de la población, sino una reducción de ella. (Afirmación del profesor Richard G.Wilkins, director del Centro Mundial para la Familia en la Universidad de Brigham, VIII 2001).

La verdad es que para los países desarrollados del eje Norte, el crecimiento del Tercer Mundo constituye una amenaza para mantener sus altos patrones de consumo.

Las palabras de S.S. Paulo VI en su primera intervención ante la ONU en 1965 fueron proféticas: “Es necesario que el pan sea suficientemente abundante en la mesa de la humanidad y no disminuir el número de los comensales en el banquete de la vida”.

Se observa claramente el enfrentamiento de la Cultura de la Vida con la anticultura de la muerte.

Según S.S. Juan Pablo II: “La cultura de la muerte está promovida por fuertes corrientes culturales, económicas, y políticas portadoras de una concepción de la sociedad basada en la eficiencia; existe una guerra de los poderosos contra los débiles.

Quien pone en discusión el bienestar y el estilo de vida de los más aventajados, tiende a ser visto como un enemigo del que hay que defenderse o a quien eliminar. Se desencadena una conjura contra la vida, que afecta no sólo a las personas concretas en sus relaciones individuales, familiares o de grupo, sino que va más allá llegando a perjudicar y alterar, a nivel mundial, las relaciones entre los pueblos y los Estados.

Tendencia cada vez más frecuente a interpretar los delitos contra la vida como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben reconocerse y ser protegidos como verdaderos y propios derechos. Incluso se pretende no sólo la inmunidad, sino la autorización del estado con el fin de practicar estos atentados con absoluta libertad y además con intervención sanitaria gratuita”.

Se puede constatar con gran preocupación, que la ONU y otros Organismos Internacionales están empeñados en imponer a través de la llamada Globalización un “nuevo paradigma ético”. Un modelo que niega todo tipo de trascendencia y de verdad objetiva. Un “nuevo totalitarismo” -en palabras de S.S. Juan Pablo II-, ya que su postura relativista los lleva a no reconocer el valor absoluto que tiene la vida humana.

Existen dos “ideologías” en las que la ONU se apoya para establecer el nuevo orden mundial:

I. La “Carta de la Tierra” (Mauriec Strong) y la “Cruz Verde Internacional” (fundada por Mijaíl Gorbachov). La carta promueve una ética panteísta y utiliza la excusa ecológica -cuidar la tierra, calidad de vida, desarrollo sustentable- para establecer un nuevo paradigma ético. Gorbachov declaró que el proyecto reemplazaría a Los Diez Mandamientos. La Carta está muy relacionada con el New Age y en ese contexto son las corriente eco-feministas las que se hacen presentes.

II. La “Ética Planetaria”, presentada como un gran consenso entre todas las religiones del mundo y elaborada en el Parlamento Mundial de Religiones de Chicago. Está impulsada por Hans Küng, un teólogo que declarándose católico, no enseña la doctrina católica y afirma haber sistematizado una “ética atea”. En ésta existe una vaga obligación de hacer el bien y evitar el mal, que cada uno entiende como puede o como le conviene. Relacionada también con ideas del New Age, su ideólogo ha presentado esta ética ante la UNESCO y el Foro Económico de Davos.

Con estos antecedentes es fácil deducir la propuesta ética que se trasluce en los documentos de Naciones Unidas. Se trata del paradigma de los nuevos derechos humanos, los que se traducen en la práctica en los llamados “derechos sexuales y reproductivos”, donde veladamente está presente el aborto como un derecho humano.

Austin Ruse, director del Instituto de la Familia Católica y Derechos Humanos en Nueva York, explicó que los comités del secretariado permanente -como la UNICEF, UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) y el Programa de Desarrollo- “trabajan como si fueran ya un gobierno mundial e interpretan los acuerdos de la ONU de las formas más radicales”.

“No hay un acuerdo de la Asamblea General sobre un derecho universal del aborto, pero la UNICEF, UNEP (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), UNFPA Y UNDP (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) actúan como si lo hubiera. El aborto es un sacramento para ellos y está incluido en cualquiera de los temas”, agregó. (The Calgary Herald, Washington DC, 22 agosto 2001).

Algunos analistas consideran que, debido a la dependencia de la mayoría de los países en desarrollo respecto de los fondos de ayuda de la ONU, no resulta extraño una mayor presión internacional para legalizar el aborto o las uniones homosexuales.

Cito algunos ejemplos que confirman este temor:

• En noviembre del 2001, la UNFPA ofreció al gobierno de Pakistán invertir 250 millones de dólares en programas de salud, siempre y cuando aceptaran también 35 millones destinados a la “salud reproductiva”, que incluye el control de la natalidad y el aborto. Después de varios años de resistencia Pakistán finalmente aceptó.

• En septiembre del 2001 Nigeria recibió 29 millones de dólares para luchar contra la malaria, polio y el SIDA, con la condición de usar otros 35 millones en control poblacional. El demógrafo francés Pierre Channu denunció a la UNFPA por inflar las figuras de población en dicho país.

• En Sri Lanka (Ceylán), que aceptó los programas de la UNFPA hace 20 años, su índice de fertilidad disminuyó a 1.4 per cápita desde un 2.1 anterior. En junio pasado, el primer ministro Ratnasiri Wickremanayake lamentó que su población sea ahora muy pequeña para proveer las 12 mil personas necesarias en el servicio militar. Actualmente trabajan para que el país aumente su índice de nacimiento anual.

• La IPPF, que tiene rango de Organización Consultiva permanente en la ONU, fundó su filial en Chile el año 1965, con el nombre de APROFA. Desde esa fecha entregó gratuitamente y por muchos años anticonceptivos en Chile. Como resultado vemos que la tasa de fecundidad en ese país se ha reducido en un promedio aproximado de 5 hijos por mujer entre 1950-1955 a poco más de 2 hijos por mujer en el quinquenio entre 1990 y 1995.


Conclusiones
Podemos concluir que la cúpula de la ONU está concretando el proyecto de un gobierno mundial para que los países influyentes administren en su exclusivo beneficio, según sus imponentes patrones de consumo, los recursos naturales del mundo.

Los países del Tercer Mundo son así condenados por la teoría del desarrollo sustentable, que incluye siempre necesariamente el control de la natalidad, en la que la “salud sexual y reproductiva” reemplaza a la salud integral de la población. Además a un progreso limitado, a la educación mínima y la dependencia tecnológica, lo que lleva a no superar la pobreza, y mantener un estado de subdesarrollo indefinido. La intención es clara, se busca por todos los medios disminuir los comensales al Banquete de la Vida.

El Santo Padre Juan Pablo II nos dice al respecto: “La Raíz del totalitarismo moderno hay que verla, por tanto, en la negación de la dignidad trascendente de la persona humana, imagen visible de Dios invisible y precisamente por esto, sujeto natural de derechos que nadie puede violar: ni el individuo, el grupo, la clase social, ni la Nación o el Estado. No puede hacerlo tampoco la mayoría de un cuerpo social, poniéndose en contra de la minoría, marginándola, oprimiéndola, explotando o incluso intentando destruirla” (Centesimus Annus, pág. 89).

Decía Juan Pablo II en el año 2000: “No tiene razón de ser esa mentalidad abandonista que lleva a considerar que las leyes contrarias al derecho a la vida –las leyes que legalizan el aborto, la eutanasia, la esterilización y la planificación de los nacimientos con métodos contrarios a la vida y a la dignidad del matrimonio- son inevitables y ya casi una necesidad social. Por el contrario, constituyen un germen de corrupción de la sociedad y sus fundamentos”.

“La conciencia civil y moral no puede aceptar esta falsa inevitabilidad, del mismo modo que no acepta la idea de la inevitabilidad de las guerras o de los exterminios interétnicos”. (…) “Se pide a los pastores, a los fieles y a los hombres de buena voluntad, especialmente a los legisladores, un compromiso renovado y concorde para modificar las leyes injustas que legitiman o toleran dichas violencias”. (Juan Pablo II, 14 de febrero de 2000).

Tenemos la obligación de enfrentar con fortaleza este desafío. Unir los esfuerzos de todas las naciones discriminadas por la cúpula de la ONU para permitir que sea la Cultura de la Vida la que impere en el nuevo milenio.