El optimismo y la alegría


Turín 1876: La segunda expedición misionera


La sociedad moderna ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar alegría. Porque la alegría tiene origen espiritual. El dinero, el confort, las diversiones, no alcanzan para superar el tedio, la aflicción, la tristeza que forman parte, por desgracia, de la vida de muchos.
El optimismo y la alegría nacen de la esperanza, del sentido profundo de la Providencia del Padre, y de la certeza de que Cristo ha resucitado.
Cuando se piensa en Don Bosco, se piensa en un hombre alegre, sereno, de buen humor. Los que vivieron a su lado son concordes en afirmar que la jovialidad fue el carácter de toda su vida. La nota característica de su casa es la alegría: estaba convencido de que la Gracia de Dios y el esfuerzo humano pueden hacer de cualquier persona un santo auténtico.

¡Oh, amado San Juan Bosco! Tú que, a pesar de las espinas del camino, fuiste portador de la alegría y de la buena noticia de Jesús, haz que nosotros nos mantengamos optimistas y llenos de confianza en nuestro buen Padre Dios. Amén.


María, Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros

La frase del mesNosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres.