A la escucha de la Palabra de Dios


por Mons. Sebastià Taltavull Anglada, Obispo Auxiliar de Barcelona
Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Pastoral de la Conferencia Episcopal Española


En la Palabra de Dios podemos encontrar respuesta a nuestras inquietudes y luz para nuestras decisiones, a la vez que "porque es viva y eficaz" puede transformar nuestro corazón y darnos una nueva mentalidad que esté dispuesta a descubrir y acoger la voluntad de Dios en nuestra vida. Dejemos que la misma Palabra de Dios actúe en cada uno de nosotros y en los que compartimos un mismo itinerario de fe.

• Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó (Gn 1, 26-27)

• Yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente, y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra. Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos los días que han sido señalados, sin que aún exista uno solo de ellos. Mas para mí ¡qué arduos son tus pensamientos, oh, Dios, qué incontable su suma! ¡Son más, si los recuento, que la arena, y al terminar, todavía estoy contigo! (salmo 139, 14-18)

• Jesús le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.» (Mt 22, 37-40)

• Se levantó un letrado, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?» El le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» El dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.» (Lc 10, 25-37)

• Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis." Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo." E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.» (Mt 25, 34-46)

• Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros; porque ésta es la Ley y los Profetas. (Mt 7, 12)

• En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom 8, 14-17)


PARA COMPARTIR EN GRUPO:

o   ¿Qué comentario nos merece el cumplimiento o el atropello de los derechos humanos en nuestra sociedad de hoy? Detectemos realidades que nos afectan, tanto en positivo como en negativo.
o   ¿Percibimos si hay o no conciencia de que a cada uno de los derechos humanos corresponde un deber que hay que cumplir?
o   ¿Existe suficiente mentalización sobre el valor de la dignidad de la persona humana y sus consecuencias? ¿Qué haría falta para una mayor sensibilidad en este aspecto? ¿por dónde empezar?
o   ¿Cómo vivimos los derechos humanos en el seno de la Iglesia,
o   especialmente en las relaciones humanas entre cristianos y de nosotros hacia otras personas?
o   ¿Qué proyectos y comportamientos de nuestra vida social hacen ver que la persona humana no es el primer valor? ¿Qué hacer para que lo sea?
o   ¿Cuál es la repercusión personal y social práctica, en relación a los derechos humanos, del "afán de ganancia exclusiva" y de "sed de poder" en nuestro comportamiento ciudadano? ¿Cómo introducir la esperanza que da la salvación de Jesucristo?
o   ¿En qué aspectos de la Palabra de Dios encuentro, como creyente, la razón de ser de los derechos humanos?
o   Contemplando nuestro entorno social ¿en qué sentido la Palabra de Dios ilumina el reconocimiento de los derechos de las personas y qué deberes más inmediatos me exige y nos exige?
o   Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. ¿Qué fundamento y qué consecuencias tienen estos derechos fundamentales?
o   ¿Qué argumentos nos da la Palabra de Dios para denunciar situaciones y actitudes que atentan contra la dignidad de la persona humana?