Fuente: ForumLibertas.com
Sentir ansiedad al olvidar el móvil en casa o creer que este suena o vibra
cuando en realidad no es así, son algunos de los síntomas de las nuevas
patologías asociadas a las redes sociales que aquejan a niños, jóvenes e
incluso adultos.
Fomo, Whatsapitis, Nomofobia, Phubbing o Vibranxiety son palabras que hace
unos años nadie había escuchado. Son las enfermedades del siglo XXI y están
asociadas al uso excesivo de Internet y las redes sociales. El aislamiento de
lo que pasa alrededor de la persona sería uno de los síntomas.
“No es extraño caminar por la calle y darnos cuenta de cómo las personas se
olvidan de lo que ocurre a su alrededor mientras están concentrados en sus
teléfonos móviles. Choques con personas, atropellos, faltas de atención y tropiezos
son algunas de las consecuencias más comunes “, señala la psicóloga Amaya
Terrón, según publica el portal Infosalus.
Pero los accidentes no son las únicas consecuencias de estar conectado al
móvil y las redes sociales. En los últimos meses los médicos han encendido una
voz de alarma respecto del uso excesivo de estos aparatos y sus consecuencias:
aislamiento social, adicciones u obsesiones.
Las enfermedades del siglo XXI
El miedo a perderse algo de lo que ocurre en las redes sociales ya tiene
nombre: ‘FOMO’
(Fear of Missing Out). Este es
uno de los nuevos trastornos que últimamente preocupa a los psicólogos. Es el
miedo a estar desconectado y sentir que se está perdiendo algo, lo que genera
ansiedad, por ejemplo, al olvidarse el móvil en casa. Chequear Facebook cada
cierto tiempo o no poder salir de vacaciones sin asegurarse que el lugar tendrá
wifi son algunos de los síntomas. Por su parte, Whatsapp también puede generar
trastornos. En la ‘whatsapitis’, a las dolencias físicas -como dolor en las falanges y muñecas
(tendinitis) producto del tecleo constante-, se suman trastornos psicológicos.
“Sufrir ansiedad por olvidar el móvil en casa y no estar ‘conectado’, pasar
varias horas conectado a whatsapp; evitar el contacto personal y referir siempre
a whatsapp sea cual sea el contenido de la conversación; y escuchar las alertas
de whatsapp sin que se haya recibido ningún mensaje, son claros signos de lo
que recientemente se acuña con el término whatsapitis
“, explica Terrón.
Pero esa ansiedad de la que habla la doctora también se puede producir por
la ‘nomofobia’ o ansiedad por la ausencia del
móvil. Este es un cuadro clínico en el que la persona siente angustia por la
ausencia del teléfono, ya sea por olvido, pérdida o robo, y se siente excluido del
grupo.
Sin embargo, estos no son los únicos trastornos asociados al uso excesivo
del smartphone. También está el ‘phubbing’, que se refiere a aquellas situaciones
donde en eventos sociales o reuniones, la persona está más atenta al móvil que
a lo que ocurre a su alrededor, la ‘vibranxiety’ o la vibración fantasma y el estar
enganchados a las redes sociales donde el aislamiento social es el principal
problema.
“Cuando utilizamos las redes sociales de manera saludable no tendrían por
qué crear aislamiento social si no lo hay previamente, de hecho, bien
utilizadas fomentan el acercamiento a tus amigos e incluso creación de nuevos.
Cuando el uso de las redes suple la faceta y el contacto social, se pone de
manifiesto un problema previo. En estos casos las redes sociales funcionan a
modo sustitutivo, dejando en evidencia el problema subyacente “, advierte
Terrón.
Para evitar estos trastornos, la doctora recomienda mantener el contacto
con amigos, recuperar viejos amigos y hacer un buen uso de estos medios; no utilizarlos
para la venganza o las habladurías.