Aguinaldo 2020-Ficha 2



Para conocer y reflexionar el Aguinaldo 2020
“Buenos cristianos y honrados ciudadanos”
Rector Mayor Don Ángel Fernández

Ficha 2: Buenos cristianos en el mundo de hoy

·        Objetivo: Identificar las principales dimensiones del buen cristiano para el mundo de hoy

·        Motivación: Se invita a los participantes a reflexionar sobre qué significa ser buenos cristianos para el mundo de hoy. Para motivar el encuentro se sugiere realizar una lluvia de ideas con la pregunta: ¿Cómo debería ser un buen cristiano en el mundo de hoy? Se anotan las respuestas en una pizarra o un papelógrafo para retomarlas al final del encuentro.

·        El animador invita a formar seis equipos de trabajo. Cada equipo posee una parte del Aguinaldo 2020 donde el Rector Mayor presenta una dimensión del buen cristiano. El desafío de cada equipo es sintetizar su texto en una frase, y explicar brevemente en un plenario el contenido de éste de manera que  todos los participantes puedan identificar las seis dimensiones del buen cristiano que Don Ángel Fernández propone vivir en la familia salesiana.

o   Equipo 1: Buenos cristianos: viviendo en la Fe en el Señor y con la guía del Espíritu…
“Si volvemos a nuestros orígenes, cuando a finales de diciembre estaba Don Bosco a punto de dar el Aguinaldo para el nuevo año, con mensajes personalizados ofrecidos por él mismo a cada uno de los muchachos y de los primeros salesianos, se percibe cómo el “vivir en la fe” era lo más precioso y a la vez lo más natural que el primer Oratorio tenía para ofrecer a quienes allí vivían, tanto a los muchachos como a sus educadores. Era el espejo de una realidad de vida donde los primeros salesianos, las mamás del Oratorio, los seglares que ayudaban y los jóvenes formaban una verdadera familia, en la misma casa.
Impresiona la cantidad de santos y beatos que habitaron esos ambientes pobres durante la vida de Don Bosco. Era una escuela de santidad recíproca, un crecer juntos en la fe. Si es cierto, por ejemplo, que Don Bosco ayudó a Domingo Savio a crecer en el amor a Dios, no es menos grande la influencia de Savio y de sus compañeros en Don Bosco, en su "formación permanente" como hombre de Dios. "¡La fe se fortalece dándola!". La escuela de la santidad nació del don recíproco de una fe intensamente vivida que continúa alimentando el camino espiritual de la Familia Salesiana en todo el mundo.
"Vivir en fe" es hoy el don más preciado que podemos intercambiar, sea cual sea nuestro estado de vida, edad, vocación e, incluso, religión. En la eclesiología de comunión que nutre y transforma el camino de la Iglesia, y que el papa Francisco tanto nos invita a practicar y fomentar, la identidad de cada grupo y persona se realiza y revela en ser un don para los demás, así como en saber acoger el don de quien es llamado a ser discípulo del Señor en cualquier estado de vida y vocación. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 2: Buenos cristianos: viviendo a la Escucha del Dios que nos habla.
"El mayor regalo que puedes ofrecer a otra persona es una escucha atenta". Esta fue la conclusión a la que llegó un sabio misionero después de muchos años de servicio en la agitada periferia de una gran ciudad.
Escuchar tiene raíces que se extienden hacia arriba. Es el abecé de toda vocación, que siempre es un encuentro entre llamada y respuesta, que se renueva con cada nuevo despertar. La escucha de Dios es un misterio que no puede ser contenido en ninguna práctica o momento. Se realiza "por la obra del Espíritu Santo" y, generalmente, no ocurre por saltos repentinos, sino por la maduración progresiva que se logra a través de largas peregrinaciones, como las muchas de las que nos habla la Escritura y que se contemplan en las vidas de nuestros santos.
Hay una predisposición a la escucha de Dios, tanto más preciosa cuanto más difícil, en la mayoría de los contextos sociales en los que vivimos, marcados por un exceso constante de estímulos mediáticos y por ritmos de actividad cada vez más intensos. La preciosa predisposición es la de "disponernos al silencio".
El silencio es como la gramática a través de la cual se expresa el lenguaje entre Dios y el hombre.
Hay una palabra que, desde siempre, se ha destacado entre todas las demás. Es la palabra a través de la que Él nos habla: la Sagrada Escritura. No se impone. Siempre depende de nuestra escucha, de la sintonía del corazón y de su familiaridad al silencio con Dios. Al escuchar esta palabra, los afectos y los pensamientos comienzan a modelarse en lo que el Evangelio revela cada día. Escuchar a Dios en las personas que nos rodean y en los eventos que nos suceden nos hace más atentos”. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 3: Buenos cristianos con la necesidad de Evangelizar, ofrecer el primer anuncio y la catequesis.
“Echemos un vistazo al mundo juvenil en su conjunto: los rapidísimos cambios que viajan a la velocidad digital crean una diversidad formidable de culturas, de acercamiento a la vida en su conjunto, con una 'brecha' entre generaciones que tal vez nunca haya sido tan profunda en relación con épocas anteriores. ¿No es el mundo de los que han nacido después del año 2000 una tierra aún por evangelizar? Las generaciones de las redes sociales, y mucho más los jóvenes de este milenio nacidos con Internet, están esperando a los que puedan llevarlos por primera vez la luz y la fuerza del Evangelio, en su lenguaje, en sus frecuencias. "¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?" (Is 6,8). Estas antiguas palabras de Isaías no podrían ser más modernas si pensamos en los labios de toda la comunidad eclesial que se dirige a nosotros, la Familia Salesiana, como aquellos que, por carisma, por don del Espíritu, nacieron para ser especialistas en el encuentro con los jóvenes, listos para estar con ellos tal como son y donde están, incluso en la diversidad de credos religiosos. Echarse para atrás en este desafío misionero es como salirse de la Familia Salesiana, del espíritu que Don Bosco nos ha transmitido.
Don Bosco recordaba, a menudo, que todo comenzó con "una simple catequesis". Su historia, inseparable de la de los jóvenes con los que vivió, muestra con indudable claridad que simple no significa, de ninguna manera, superficial.
Cuando se llega a la "experiencia personal del amor de Dios y de Jesucristo vivo", con frecuencia, los jóvenes mismos se convierten en misioneros y evangelizadores de quienes los acompañan, porque piden un testimonio y comparten la vida de una fe auténtica y profunda.
Esta es la genialidad de Don Bosco: sigue siendo accesible para todos y, junto con sus jóvenes, no tiene miedo de aspirar directamente a la santidad; nada menos”. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 4: Buenos cristianos: viviendo una verdadera espiritualidad salesiana
Hablamos de una espiritualidad salesiana, como expresión carismática dentro del ‘gran río’ de la espiritualidad cristiana. Lo sustantivo es la espiritualidad cristiana y lo adjetivo es el concreto estilo carismático.
La espiritualidad salesiana no se entiende sin comprender la experiencia espiritual de Don Bosco. Nuestro padre fue un sacerdote dedicado a la educación y evangelización de los jóvenes, fundador de varios movimientos apostólicos en favor de la juventud, y padre de una familia carismática con una clara y fuerte espiritualidad apostólica.
Por eso, la espiritualidad salesiana tiene su raíz en la experiencia espiritual que vivió Don Bosco, que vivieron los primeros salesianos, las primeras salesianas, los seglares colaboradores y los jóvenes del Oratorio. En esta tradición espiritual vemos un modo particular de entender la vida cristiana; la acción educativa, pastoral y social; la propuesta pedagógica y espiritual que llamamos Sistema Preventivo. Nuestra espiritualidad tiene algunos rasgos que le son muy propios: es una espiritualidad de lo cotidiano, una espiritualidad pascual de la alegría y el optimismo, una espiritualidad de la amistad y de la relación personal con el Jesús, una espiritualidad de comunión eclesial, una espiritualidad mariana, una espiritualidad del servicio responsable, proponiendo siempre, como hizo Don Bosco, la meta de ser “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Buscamos promover la dignidad de la persona y sus derechos; ejercitarse en vivir con generosidad en la familia y favorecer la solidaridad, especialmente con los más pobres; realizar el propio trabajo con honradez y competencia; promover la justicia, la paz y el bien común en la política; respetar la creación y favorecer la cultura. Todo esto forma parte de nuestra espiritualidad, de nuestro modo de ser Familia Salesiana, y mensaje evangélico con el carisma de Don Bosco en lo más diversos lugares del mundo. (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 5: Buenos cristianos en el desafío de los ambientes no-cristianos, poscreyentes o poscristianos.
Vivimos en un mundo en cambio donde nos encontramos no solo con jóvenes creyentes, sino también con jóvenes que se están alejando de la fe; también con jóvenes que profesan otras confesiones, y jóvenes que no profesan ninguna.
Esta pluralidad de situaciones hace que recordemos el mandato misionero recibido en Pentecostés. “¿A dónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos, puesto que para el Evangelio no hay fronteras ni límites. El Señor nos envía a todos y la misión salesiana nos lleva a todos. “No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente”. Por eso la misión es tan estimulante como exigente ¿Qué debemos pensar para que podamos acercarnos pastoralmente hasta los jóvenes que se alejan de la fe y a quienes profesan otras religiones o no profesan ninguna? O sea, los contextos no-cristianos y poscristianos.
La primera es buscar y cuidar las semillas del Verbo. Evocando esta doctrina, el Concilio quiso reconocer los distintos grados de verdad que hay en las diversas tradiciones religiosas y culturales. En estas semillas el Verbo ya está presente, aunque sea de manera incipiente, y la dirección a la que ellas apuntan es el Verbo. Esto es de gran ayuda en nuestra propuesta pastoral en contextos no-cristianos o poscristianos ya que pide de nosotros la búsqueda de espacios y lugares de entendimiento y de colaboración. Esos ‘puntos de encuentro’ los hallamos en aspectos tales como el valor de lo humano y la dignidad humana, la búsqueda de la paz, la adquisición de virtudes como la compasión y el respeto por el otro, el extranjero, el diferente; el cuidado de la Creación, la ecología… (Aguinaldo 2020)

o   Equipo 6: Buenos cristianos en la salida de nosotros mismos
“El encuentro con Dios me saca de mí hacia los demás. Es lo que algunos llaman la ‘antropología del don’, que puede sintetizarse con la expresión ‘tu vida para los demás’. Por eso, una persona abierta a los demás es una persona de mirada atenta y compasiva, en vez de la indiferencia que tanto se instala en el corazón de tantas personas en estos tiempos, volviéndonos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros.
Una persona abierta a los demás es capaz también de reconocer el don recibido poniendo al servicio de los demás los propios talentos. La dedicación a los demás, y en especial a los más necesitados, se convierte así verdaderamente en una práctica de fe y es fundamento de toda vida cristiana.
Esta manera de entender la vida abierta a los demás invita a pasar del ‘yo’ al ‘aquí estoy’. La cultura del ‘yo’ explica muy bien el mundo que vivimos. Esa cultura va acompañada de grandes posibilidades (crecimiento personal, autonomía, desarrollo de la persona) pero tiene grandes fragilidades (identidades resguardadas y poco abiertas a los demás, narcisismo, presentismo).
Dando importancia al valor del ‘yo’, como no podría ser de otro modo, podemos entender la vida cristiana como un camino de transformación del ‘yo’ al ‘aquí estoy’. Dar ese paso hace posible abrirse a un misterio que trasciende. Cuando decimos, desde la fe, ‘aquí estoy’ se está generando en nosotros una actitud de disposición que abre la existencia al Espíritu Santo que guía y acompaña nuestra vida, para encontrar el modo de ser y vivir que más nos plenifique como seres humanos. Es la esencia de toda vocación que, con mirada de creyente en Jesucristo, su vida nos regala “una historia de amor, una historia de vida que quiere mezclarse con la nuestra y echar raíces en la tierra de cada uno” (Aguinaldo 2020)

·        Se realiza un plenario con la presentación, por parte de cada grupo, de una ficha con las frases de síntesis de su trabajo, que  se colocarán sobre una pizarra.

·        El animador invita a los participantes a vivir las dimensiones del buen cristiano, para ello comparte unas palabras del Aguinaldo:
“Como en los inicios del Oratorio de Valdocco, el crecimiento en la fe solo puede suceder estando juntos: cuanto más intenso sea el camino espiritual del que acompaña, más lo será también el de los jóvenes y de la gente, que, más por ósmosis que por procesos lógicos, tenderán a seguir sus pasos. A su vez, será el camino de su pueblo el que empujará al que acompaña, como pastor, a crecer más y más, a acercarse a la fuente para responder a la sed de los que le piden, a menudo sin palabras, de ayudarles a encontrarse con el Señor”.

·        Se culmina la jornada con oración final del Aguinaldo 2020:

Señor Jesús,
sabes cuánto nos cuesta poner por obra tu Evangelio;
ayúdanos a contemplarte a ti en Don Bosco,
a ver tu amor en sus gestos,
a discernir tu camino en sus acciones,
a aprender tu misericordia en su cariño.
Danos luz para interiorizar el estilo
con el que Don Bosco fue tu discípulo,
modela nuestro corazón como el tuyo de Buen Pastor,
y danos la fuerza para convertir en vida y en obras tus palabras
Amén.