por J. Lee Grady
1.
La no creyente
Ciertamente que, aunque la comunión de
fe pueda ser recomendable para muchas parejas,
la iglesia católica no se opone a los matrimonios mixtos. Además, tal
como afirma San Pablo en Cor 7,14 el cónyuge no creyente queda santificado por
el creyente, se debe poner la madurez
espiritual en lo alto de la lista de cualidades que se desean para una esposa.
El Catecismo agrega que “es un gran gozo para el cónyuge cristiano y para la
Iglesia el que esta santificación conduzca a la conversión libre del otro
cónyuge a la fe cristiana. El amor conyugal sincero, la práctica humilde y
paciente de las virtudes familiares, y la oración perseverante pueden preparar
al cónyuge no creyente a recibir la gracia de la conversión”. Estadísticamente,
la principal causa de conversión al catolicismo por parte de adultos en países
de Occidente es que su cónyuge o novio/a pertenece ya a la Iglesia Católica y
desean compartir su fe. Pero muchos podrían considerar que lo prudente es que
la pareja se bautice o se convierta en la fase de noviazgo y se casen cuando
esta fe haya madurado un poco. Se necesita una esposa que ama a Dios más aún de
lo que ama a su esposo.
2.
La chica materialista
Un amigo mío estaba prometido a una
chica de familia rica. Él ahorró durante meses para comprar un anillo a la
chica, pero cuando se declaró ella le dijo que debía volver a la joyería y
comprar un diamante más grande. Ella le empujó a endeudarse por un anillo que
cumpliese sus expectativas. La chica quería un estilo de vida Tiffany con el
sueldo Wal-Mart de él. Dije a mi amigo que se estaba metiendo en problemas. A
menos que queráis vivir endeudados el resto de la vida, no os caséis con una
chica que tiene signos de dólar en sus ojos y 8 tarjetas de crédito en su bolso
Gucci.
3.
La diva
La diva es la versión femenina del macho que se
cree superior a las mujeres. Piensan que el mundo gira a su alrededor y no se
lo piensan dos veces si han de herir a alguien para demostrarlo. Sus palabras
son tajantes y sus exigencias chasqueando dedos no son razonables. Algunas de
estas mujeres podrían llegar a tener un cargo de responsabilidad en la iglesia,
pero no hay que engañarse: los verdaderos líderes son humildes. Si no ves
humildad cristiana en la chica con la que sales, retrocede y sigue buscando en
otra parte.
4.
La Dalila
Te acuerdas de Sansón. Fue ungido por
Dios con fuerza sobrehumana, pero perdió su poder cuando una mujer seductora
averiguó su secreto y le hizo el corte de pelo más famoso de la historia. Como
Dalila, una mujer que no ha entregado su sexualidad a Dios te cegará con sus
encantos, romperá tu corazón y te robará la unción. Si la mujer que te atrae
viste provocativamente, flirtea con otros chicos, hace comentarios sexualmente
inapropiados en Facebook y te dice que está bien el sexo antes del matrimonio,
escápate de esa relación antes de que te atrape.
5.
La mujer pendenciera
Se trata a menudo de mujeres que
arrastran heridas o agravios antiguos, quizá de una vida anterior, y que no
“pasan página”. Puede ser un síntoma de que no están dispuestas a perdonar. Si
la mujer con la que sales está repleta de ira y de falta de perdón, las
discusiones, portazos y dramas arruinarán vuestra vida juntos. Insiste en que
busque ayuda, asesoramiento y oración. Mejor vivir en rincón de azotea que en
palacio con mujer pendenciera”, se lee en Proverbios 21,9.
6.
La controladora
El matrimonio es una empresa conjunta al
50 por ciento y la única forma de que funcione es que ambos, esposo y esposa,
practiquen la sumisión mutua: “Sed sumisos unos a otros en el temor de Cristo”(
Efesios 5, 21).
Igual que hay algunos chicos que piensan
que pueden dirigir un matrimonio como una dictadura, hay mujeres que intentan
manipular las decisiones para conseguir lo que quieren. Por eso el
asesoramiento premarital es tan importante. No querrás esperar a que lleves dos
semanas casado para descubrir que tu esposa no confía en ti y quiere
controlarlo todo.
7.
La niña de mamá
Es normal que una esposa novata llame a
su mamá con regularidad buscando apoyo y consejo. No es normal que la llame 5
veces al día para comentar cada detalle de su matrimonio, incluyendo su vida
sexual. He tratado con chicos cuyas esposas permitían a sus madres -¡o padres!-
un control total de su matrimonio. El Génesis nos recuerda que el hombre dejará
a sus padres y se unirá a su mujer. Los padres deberían quedar muy en la
retaguardia del matrimonio de sus hijos. Si tu novia no ha cortado los hilos,
vete con cuidado.
8.
La adicta
Muchos aún sufren por varios tipos de
adicciones: alcohol, drogas ilegales, medicinas, pornografía- ya sea porque no
confrontamos estos pecados desde la catequesis matrimonial o porque no apoyamos
lo suficiente a estas personas. Jesús puede liberar completamente a una persona
de estos hábitos, pero no deberías esperar a estar casado para descubrir que tu
esposa no se mantiene sobria. Quizá aún estés llamado a casarte con ella, pero
no es sabio llevarla al altar mientras tu novia no haya afrontado en serio sus
problemas.
“Engañosa es la gracia, fugaz la
hermosura, la mujer que teme al Señor merece alabanza” (Proverbios 31,30).