Aguinaldo 2016:Ficha N° 1




“Italia, Europa y el mundo en estos dos siglos han cambiado mucho, pero el alma de los jóvenes no ha cambiado: también hoy los muchachos y las muchachas están abiertos a la vida y al encuentro con Dios y con los otros, pero son tantos los que están en peligro de desánimo, de anemia espiritual, de marginación” (Papa Francisco a nosotros, Familia Salesiana – 2015)

“de la admiración al conocimiento y del conocimiento a la intimidad, al enamoramiento, al seguimiento, a la imitación”  (Padre Pascual Chávez – 2010)



El Bicentenario del nacimiento de Don Bosco nos ofreció una nueva oportunidad para reflexionar sobre su historia, profundizar en sus estilos pedagógicos y resaltar los rasgos de su espiritualidad. El programa propuesto por el Padre Pascual Chávez, interconectó la historia, la misión y la espiritualidad salesiana de los orígenes, logrando mostrar desde una nueva perspectiva lo que significa vivir con pasión nuestra vocación salesiana. Nuestra vocación nos presenta una historia de amor entre Dios y una vida concreta, que puede ser la de cualquiera de nosotros. Si valoramos sinceramente los orígenes de nuestro carisma, donde está dibujada nuestra vocación salesiana, y manteniendo la unidad como base podremos proyectar la misión juvenil que como Familia Salesiana hemos recibido, y dejaremos ver claramente la espiritualidad de la que nos nutrimos. El Aguinaldo deja ver la riqueza de la Familia que formamos. Es el instrumento que nos ayuda a estrechar lazos de comunión y compartir caminos de misión, impulsados por el Espíritu Santo que, en la Iglesia de este tiempo, nos estimula para recorrer creativamente nuevos caminos.

Todo lo expuesto se resume en el lema escogido para este Aguinaldo:
“Con Jesús, recorramos juntos la aventura del Espíritu”.
Nuestro Aguinaldo nos habla de Dios y Jesucristo que son el fundamento de nuestra vida personal y de nuestra Familia Salesiana; pero también habla de nuestra misión, que describimos como “la aventura del Espíritu”; y de nuestra comunión como Familia y como Iglesia, que se expresa como el “recorrer juntos”.
Muchos hemos visto los diversos caminos llenos de vida por donde el Espíritu conduce a nuestra Familia Salesiana hoy en día. Estemos convencidos que el Espíritu Santo está siendo muy generoso con nosotros y por lo tanto espera de cada uno de nosotros la misma disponibilidad que encontró en Don Bosco, Mamá Margarita, Madre Mazzarello, Domingo Savio y toda la gran escuela de santidad de nuestra familia que siguieron a Jesús con radicalidad, dejándose guiar por el Espíritu de Dios.

¡CON JESÚS!
Comenzar CON JESÚS nuestro Aguinaldo es reconocer que Jesús es la puerta de entrada y el centro de toda lo que vamos a reflexionar.
El camino que se nos propone va más allá de una estrategia pastoral; es la confirmación de que sólo con Jesús, en Jesús y desde Jesús, podemos recorrer un camino realmente significativo y decisivo para nuestras vidas.
Si revisamos las diversas llamadas de Jesús en el Evangelio, veremos que siempre, la llamada se dirige con atención e intención a cada persona, al centro de su corazón, y desde ahí hace resonar su invitación a seguirlo radicalmente. De eso se trata la vida cristiana verdadera: comienza de una vocación, del sentirse llamado por el propio nombre. La vida de un verdadero cristiano es, esencialmente, seguir a Jesús.
Tengamos presente y claro que Jesús siempre toma la iniciativa, es Él quien sale a los caminos a nuestro encuentro. Su mirada de elección y su llamada personal pide de nuestra parte de una decisión llena de confianza y abandono en Él. Porque cuando Jesús llama a alguien para que le siga, no le presenta un programa detallado, ni explica motivos y menos admite condiciones. La llamada de Jesús nos compromete en una aventura, en un riesgo. Se trata de seguir su mismo destino sin GPS, ni mapa de navegación. Seguir a Jesús nos va a causar incomodidad, nos exige entrar en acción, no podríamos quedarnos al borde del camino, como meros espectadores que vemos pasar a alguien que nos genera entusiasmo, polémica o disputa.

Las llamadas de Jesús en el Evangelio se han ido repitiendo a lo largo de los siglos, y es la misma llamada que nos ha hecho a cada uno de nosotros y como Familia Salesiana, y la que hace a cada joven que se encuentra con Él, y que desea y decide ser de los suyos. Esta decisión necesita la audacia del discípulo que vence cualquier tipo de miedo y que suaviza las dificultades que trae consigo el seguimiento, como son el rechazo, la exclusión, la incomprensión o los riesgos. Encontrar a Jesús, o para ser fieles a la realidad, ser encontrados por Él, despierta admiración, atracción, fascinación. Pero no podemos quedarnos en esa etapa. Quizá la experiencia que más refleja este seguimiento sea la amistad personal con Jesús, nuestro Maestro. Una amistad que se comprende y se vive como entrega, fidelidad y confianza. Si no logramos llegar a la amistad personal, no podrá haber seguimiento, y todo se quedará en el entusiasmo o en la agotadora laboriosidad. La llamada nos pone frente al horizonte de una verdadera y fascinante amistad, requiere nuestra adhesión cordial a la persona de Jesús y el cambio radical de nuestra vida. El seguimiento y el caminar con Jesús se van convirtiendo en comunión con Él (Jn 1, 31-51); el seguimiento y el caminar con Jesús es también permanecer con Él, puesto que llegamos a una experiencia personal de verdadero encuentro (Jn 15, 14-16). Todo lo expresado será la prioridad de nuestros esfuerzos como educadores y evangelizadores de los jóvenes. El Rector Mayor nos invita a recorrer personalmente este camino, a veces con otros educadores de las diversas presencias de nuestra familia en el mundo, y siempre con los jóvenes y siempre para los jóvenes, un camino de fe donde podremos reavivar nuestra relación con Jesús. Sí, de eso se trata. Dejarnos alcanzar por Jesús, dejarnos seducir no solo por un ideal o una misión, sino por el Dios vivo encarnado en Jesús. Dejarnos transformar poco a poco, por ese Dios apasionado por una vida más digna y dichosa para todos nosotros. Nosotros mismos, y muy especialmente nuestros jóvenes, tienen deseo de Dios y necesidad de Dios.

Y tenemos que estar convencidos de que esta apertura al encuentro con Dios, esta necesidad de Dios, se convierte en el acontecimiento decisivo para todos nosotros, y especialmente para nuestros jóvenes, cuando el Cristo del Evangelio, sin recortes ni adiciones, es experimentado como quien da pleno sentido a la vida, pasando...

Este deseo es un reto educativo y pastoral que debemos afrontar si queremos cultivar y desarrollar una espiritualidad cristiana para nuestro tiempo.
Cuando se intuye esto y comienza a vivirse, la perspectiva personal cambia  muchas veces porque cada uno de nosotros vamos tomando conciencia de la gratuidad de Dios, de que Él nos ha amado y nos ama, y pone su mirada en cada uno de nosotros, sus hijos. Esto nos anima a buscar muy en serio este encuentro que, generalmente, se va dando de manera gradual, que madura, de ordinario, lentamente, con los altibajos de la limitada respuesta humana, que requiere diferentes tiempos y espacios, que implica un proceso de libertad.
El Papa Francisco  compartiendo su experiencia y convicción personal nos invita, a “embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse buscar y encontrar por Dios” (2013)




Ficha de Reflexión (personal o grupal)

01. Nuestra vocación nos presenta una historia de _______________ entre Dios y una vida _______________.

02. El Aguinaldo es el instrumento que nos ayuda a:
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03. El Aguinaldo nos habla de _________ y de __________ que son el _______________ de nuestra vida personal.

04. El Aguinaldo cuando habla de nuestra misión la describe como la ______________________________ y cuando dice “recorrer juntos” se esta refiriendo a nuestra _______________ como __________ y como __________.

05. Al decir ¡CON JESÚS! reconocemos que Él es la __________ de entrada y el __________ de toda nuestra actual reflexión.

06. El camino que se nos propone recorrer será significativo para nuestras vidas si lo hacemos sólo ________ Jesús, ________ Jesús y ________ Jesús.

07. Determinar si las siguientes afirmaciones son Verdaderas o Falsas:
La llamada de Jesús se dirige con atención e intención a cada persona.     (V) (F)
La vida de un verdadero cristiano es, esencialmente, seguir Jesús.  (V) (F)
El encuentro con Jesús no siempre es por iniciativa de Él.                (V) (F)
La llamada de Jesús no pide nada de nuestra parte.                            (V) (F)
Seguir a Jesús nos causará incomodidad, exige entrar en acción.     (V) (F)

08. La decisión de seguir a Jesús, necesita la __________ del discípulo que vence cualquier tipo de ________ y que suaviza las __________ que trae consigo el seguimiento, como son el __________, la exclusión, la ____________ o los riesgos.

09. La experiencia que más refleja nuestro seguimiento a Jesús, es la ________ personal con Jesús. Una amistad que se __________ y se vive como entrega, __________ y confianza.

10. ¿Qué nos pasará si no logramos llegar a la amistad personal con Jesús?
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11. El __________ y el caminar con Jesús se van convirtiendo en __________ con Él; es también __________ con Él, puesto que llegamos a una experiencia personal de verdadero __________.

12. El Rector Mayor nos invita a recorrer ____________ este camino, pero siempre ______ los jóvenes y siempre ______ los jóvenes, un camino de fe donde podremos __________ nuestra relación con Jesús.