Por Dolores Massot
Un 22 por ciento de los millennials confiesa no tener ni un solo
amigo ¿Qué le ocurre a la generación más preparada de la Historia?
La tecnología los ha conectado,
les permite acceder a cantidades ingentes de información desde la habitación de
su casa, escogen contenidos, disponen de entretenimiento a través de pantallas,
establecen relaciones por vídeo, disponen del anonimato gracias al “nickname”,
convocan y son convocados para manifestarse por la red, critican duramente a
los políticos, abanderan causas desinteresadamente… Pero no son capaces de llegar a la amistad.
Así son los millennials, la generación de jóvenes nacidos entre 1981 y 1999.
Los más pequeños del grupo
millennial han superado ya la mayoría de edad y votan en los sistemas
democráticos. Los mayores se acercan a los 40 años. Pero de ellos las encuestas
ponen de relieve una terrible carencia: un 22% de estos jóvenes no tiene ningún
amigo. Es decir, dos de cada diez millennials sufre la soledad en este terreno.
Este fracaso en el terreno
personal y social contrasta con la aparente facilidad para el conocimiento de
otras personas y el diálogo, pero no es así. Disponen de la herramienta, pero no la emplean
con este objetivo.
Este dato preocupante se extrae
de la encuesta que realizó la empresa demoscópica You Gov a una muestra
representativa de 1.254 jóvenes de Estados Unidos.
La generación millennial arroja
estos datos:
* el 22% de las personas de 23 a 38 años no tiene ningún
amigo.
*el 33% no tiene un mejor amigo.
*el 25% no tiene con quién hacer planes.
¿No será que, en vez de emplear
las redes sociales e Internet para abrirse a otras personas, se convierten en
receptores pasivos y no se abren al diálogo interpersonal, al contacto de tú a
tú, al “trabajo” que comporta darse a otras personas y hacerse amigo de ellas?
¿No será que ha habido un error en el planteamiento educativo en cuanto a las
redes sociales y se ha entendido que ellas lo dan todo hecho?
Los milllennials acusan la
soledad de su situación actual -cúmulo de relaciones superficiales e hiper comunicación,
pero fracaso en el ámbito del crecimiento personal– y manifiestan, sin embargo,
que valoran la amistad. La mayoría explica que esta falta de amigos se debe a
la timidez. Pero hay quien cree que “no necesita hacer amigos”: son un 27% de
los encuestados. Mientras que un 26% no está interesado en actividades compartidas.
Entre los resultados de la
encuesta de You Gov, uno apunta que el 42% de los millennials hizo un amigo en
los últimos 6 meses, y lo hizo en el centro de trabajo, no a través de internet
ni de las redes sociales. Es decir, el factor que favorece la vinculación con otros es la
presencia física y la interrelación real y no virtual.
Los millennials han crecido con
Facebook e Instagram, han tenido en su mayoría acceso a la Universidad (más que
la generación antecedente) y, según estudios sociológicos, son ciudadanos
concienciados. Pero al parecer les resulta más fácil luchar por una causa común
a través de plataformas como change.org que estrechar lazos con personas de
carne y hueso. A nadie escapa que esa soledad presenta problemas importantes de
salud psíquica como la depresión, y que repercute en la formación de una familia.