Implorando por el fin de la pandemia de Coronavirus
Propuesta por el Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime, sdb
I- Jesús ora en el huerto de los olivos
Oremos por todos los que creen en
Cristo y por todos los hombres y mujeres de buena voluntad: para que en esta
hora de prueba para toda la humanidad puedan redescubrir en la fe los valores
de la compasión y la solidaridad con los más probados y necesitados.
II- Jesús es azotado
Rezamos por los médicos y
trabajadores de la salud que trabajan duro para ayudar a los pacientes con
coronavirus, algunos hasta el punto de dar sus vidas. Que el Espíritu del Señor
los sostenga y los consuele en su servicio y misión.
III- Jesús es coronado de espinas
Recemos por las autoridades
llamadas a tomar decisiones para el bien común. Que el Espíritu del Señor los
ilumine en las elecciones que deben hacer y que se sientan acompañados y
sostenidos por la oración del pueblo.
IV- Jesús sube al Calvario cargando con la cruz
Por todas las familias que viven
este tiempo de prueba: que el Señor les ayude a descubrir nuevos caminos,
nuevas expresiones de amor, de convivencia en esta nueva situación. Es una hermosa oportunidad para redescubrir
el verdadero afecto en la familia. Recemos para que las relaciones en la
familia en este momento siempre florezcan para bien.
V- Jesús muere en la cruz
Rezamos por todos los afectados
por el coronavirus y por las numerosas víctimas, incluidos los miembros de
nuestra Familia Salesiana: hombres y mujeres que viven su enfermedad y muerte
en soledad: que la comunión de María en la fe y la intercesión sea de consuelo
y apoyo.
Acto de entrega a María Auxiliadora
Oh María Auxiliadora,
como nuestro padre
Don Bosco hizo
con los chicos del
oratorio de Valdocco,
con motivo del
cólera,
también nosotros,
en un mundo golpeado
por el brote de coronavirus,
queremos, como
Familia Salesiana,
expresar nuestra
confianza filial
en tu Corazón Madre.
Conforta a los
enfermos y a sus familias.
Apoya a los médicos y
a los trabajadores de la salud.
Ayuda a todos los
miembros de la sociedad
y a los gobernantes.
Da la bienvenida a
todos los que han muerto
como resultado de
esta epidemia.
Sobre todo, renueva
en cada uno de nosotros,
en nuestras
comunidades y en nuestras familias.
la fe en tu Hijo
Jesús que murió y resucitó,
En las palabras de
Don Bosco te decimos:
Oh María, Virgen
poderosa,
grande e ilustre
defensora de la Iglesia,
singular auxilio de
los cristianos,
terrible como un ejército
ordenado para la batalla,
Tú sola has triunfado
de todas las herejías del mundo.
¡oh Madre!,
defiéndenos en nuestras angustias,
en nuestras luchas y
en nuestras necesidades;
líbranos del enemigo
y en la hora de la
muerte llévanos al Cielo.
Amén.