Una de las dos opciones que
el padre Ángel Fernández Artime, Rector Mayor, eligió para representar
gráficamente su mensaje para el Aguinaldo de 2022 -"Haz todo por amor,
nada por fuerza" (San Francisco de Sales)- es el de Mauro Pallotta, alias
MAUPAL, el artista de calle que se hizo conocido por sus murales dedicados al
Papa Francisco. La interpretación ofrecida por este autor representa de manera
innovadora una escena propia del Oratorio Salesiano: Don Bosco jugando con sus
muchachos.
Romano, nacido en 1972,
criado artística y literalmente a la sombra de la Cúpula de la basílica de San
Pedro en el Vaticano, Maupal ofrece una visión juvenil de Don Bosco que emite
un carisma magnético. En el voleibol, Don Bosco hace un remate de balón alto
con una insólita pelota-corazón, utilizando la excepcional energía del amor. El
equipo de Don Bosco y del Beato Miguel Rua es multiétnico: está compuesto por
chicos y chicas de todo el mundo. El juego defensivo del otro equipo, que
incluye a jóvenes de todos los continentes, se transforma en un acto de
bienvenida.
Al fondo, testigos del
intercambio de amor inspirado por Don Bosco entre los dos equipos opuestos,
sonríen San Francisco de Sales, algunos jóvenes, un salesiano y una Hija de
María Auxiliadora, apoyados en el exuberante follaje verde de un árbol
alimentado por la misma esperanza que alimenta a toda la Familia Salesiana.
Incluso el medio ambiente,
como en toda obra salesiana, tiene un gran significado: el lugar representado
es el patio, espacio privilegiado para el encuentro de los jóvenes de Don
Bosco; el cielo es la reverberación infinita de un amor que necesita ir más
allá de las reglas del juego.
Además, la cancha de voleibol
sugiere la realidad dinámica de la vida. Todo juego presupone que alguien vence
y otro es derrotado: pero en este caso el poderoso mensaje de las imágenes
proclama que la participación activa es más importante que el resultado.
De hecho, el juego se
desarrolla en un clima distendido: cada uno da la bienvenida al otro y a Dios,
Don Bosco es el protagonista, comprometido en una acción que muestra el camino
a seguir; saltar más allá de la red para mostrar plenitud de energía y
entusiasmo. El corazón que maneja sabiamente es el centro de la persona, del
que derivan todas las decisiones y actividades. Pero incluso Don Bosco no juega
solo: porque durante el juego no vemos individuos, todos se convierten en un
mismo equipo.
El poderoso remate de Don
Bosco impulsa, por tanto, a toda la Familia Salesiana a esforzarse al máximo
por dar amor sin individualismo, en un juego de equipo, en el que todos
participan activamente.